lunes, 18 de enero de 2021

La Biblioteca del Mundo Sintético. Crónica del bibliotecario.

Biblioteca General Histórica de la Universidad de Salamanca.



“Lo cierto es que la vida que se nos dio no es breve,
pero perdiendo mucho de ella, hacemos que lo sea, y la vida
es suficientemente larga para ejecutar en ella cosas grandes,
si la empleamos bien”, Séneca.


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Prólogo de 2024 para las "crónicas".

Hace ya casi cinco años me di cuenta de que había pasado toda mi vida siendo muy ignorante, a pesar de que pensaba yo que no lo era y que estaba a la altura de personas que eran sabias de verdad. Porque el problema no es ser más o menos sabio, el problema es creer que se sabe sin saber gran cosa realmente. Pero, ¿por qué creía yo que sabía algo? Responder a esto es relativamente fácil: yo creía que el sistema educativo, algunas lecturas (aleatorias) y la experiencia vital y laboral nos daban lo suficiente para comprender el mundo. Pero esto no es así, por desgracia. Gracias a la tranquilidad a la que me vi obligado durante el confinamiento en 2020 me paré a ver que el sistema educativo tiene muchos fallos, que la tarea de los profesores es dura y sólo se pueden contentar con desbastarnos un poco y que nuestros padres son bastante ignorantes y tienen muchos problemas y no pueden transmitirnos ni los conocimientos ni la serenidad que necesitamos para adquirir verdadero conocimiento. También descubrí que algunas personas cercanas a mí sí tienen conocimientos pero que, motivados por su ideología, decidieron que me bastaba con unos pocos de estos conocimientos, escogidos, para poder ser un ciudadano aceptable en el nuevo mundo que querían crear (esto supone la arrogancia de creer que se puede conseguir tal cosa). Pues no me bastaba con esos pocos conocimientos: yo necesitaba más. Así que decidí solucionar el problema yo solo, con mis propios medios, aprovechando que tenemos este maravilloso medio que es Internet.

Tuve claro que había leído poco (mucho más que la mayoría de las personas que conozco) y que los libros que había leído formaban un corpus aleatorio de conocimientos sin sentido. Tuve claro también que hay algunos libros cuyos contenidos dan las claves para tener claros algunos conceptos complejos, y tuve esto claro el día que un profesor universitario se negó a darme la reseña de "un libro muy importante" con el pretexto de que no quería "que yo me líe con eso" (¿a qué se va a la universidad si no es para liarse con algo interesante?). Tardaría años, por mis medios, en descubrir ese libro tan interesante... Tuve claro también que yo no manejaba conceptos complejos sino unos pocos simplones y desperdigados por mi mente que me servían, de vez en cuando, para salir del paso en alguna estúpida conversación. Esto no era suficiente para mí, yo necesitaba más.

Entonces se me ocurrió la idea de empezar a leer para poner en pie un conjunto grande de conocimientos con orden cronológico y temático. Y se me ocurrió que, teniendo Internet y la Wikipedia, me sería fácil ir poniendo en orden la literatura universal y crear un canon básico con el que un ser humano normal pueda adquirir los conocimientos mínimos para tener una visión más amplia del mundo. Después vi que ese canon no necesitaba más de trescientos o trescientos cincuenta autores, pues suponía una biblioteca básica para alguien que pudiésemos considerar "medianamente culto". A esto le llamé "La Biblioteca de El Mundo Sintético" (por el nombre de mi blog) y decidí que sería buena idea ir publicando mis progresos según iba redactando, para obtener alguna respuesta que me fuese útil (eso que llaman feedback). Al principio todo era una sarta de tonterías y de muestras de mi arrogancia (la arrogancia del ignorante), pero a medida que avanzaba, lo iba corrigiendo y ha ido tomando una forma un tanto caótica, pero puedo decir que le he podido dar algún orden y sentido a la información que he asimilado durante cinco años. Y asimilar es importante. Hay quien piensa que no sirve de nada leer por leer y leer muchas páginas al día porque no lo asimilas, pero no es cierto, porque esa asimilación no es inmediata y ese ejercicio de "engullir" libros es necesario para adquirir el hábito y para tener datos con qué trabajar. Se asimila después y, ya sabiendo más, se puede empezar a leer con tranquilidad, apreciando lo que pone en los libros con más detalle.

En cuanto a la respuesta que yo esperaba (ese feedback), debo decir que fue muy poca y muy mala. Las personas con las que me crie, que sí saben y sí han leído pero que decidieron que con poco me bastaba, pensaron que me había vuelto loco con los libros, como Don Quijote. Otra gente cercana pensaba que yo me estaba metiendo en algo que no me correspondía, por mi clase. Después descubrí que tener muchos libros es engorroso y que sólo se lo pueden permitir los ricos, las personas que tienen casa propia y mucho espacio. Y yo siempre fui pobre, pero mi familia me inculcó la mala costumbre de acumular libros (en mi casa había miles), pero eso sí, no me enseñaron a leer con orden ni ellos ni el sistema educativo me obligaron a "engullir" los libros, en orden, como debería ser. Pero eso es algo que está fuera de mis competencias, eso seguro, porque es cosa de la época que nos ha tocado vivir. Lo ideal sería que las asignaturas de lengua y literatura estuvieran unidas y que se siguiera un canon que incluyera la filosofía, y esa es precisamente mi idea: al ponerla en práctica he conseguido adquirir conocimientos y he conseguido mejorar muchísimo mi capacidad de expresión (incluso he aprendido a escribir poesía). Lo que no he logrado es tener esa buena respuesta que yo deseaba: hay quien piensa que soy un engreído, otros que me he vuelto loco y otros se cachondean de mí; sólo he tenido alguna muestra de interés de dos o tres personas que compartieron en las redes sociales lo que yo escribía o me preguntaron algo (los puedo contar con los dedos de las manos). He padecido una soledad tremenda, pero, a decir verdad, lo que más daño me hace es no tener dinero suficiente para poder seguir haciendo lo mismo sin preocuparme de tener mis necesidades cubiertas; y es entonces cuando la necesidad de compañía y la necesidad de recibir un trato igualitario se hace necesario, porque es la única manera de conseguir cooperación e información y de poder sobrevivir. Pero, aún en compañía, me siento solo, porque a nadie le interesa lo que yo he estado haciendo. Esa es la verdad. Al fin y al cabo, es algo que hice para mí y que compartí con los demás, sólo eso (eso no quiere decir que no quiera darle otro uso en el futuro).

Finalmente, después de cinco años de trabajo y sin recibir ayuda de nadie ni tener, como digo, una relación de cooperación con nadie, he terminado la bibliografía, "La Biblioteca de El Mundo Sintético", he corregido las burradas más grandes y he decidido acabar y dejarla como está. Por supuesto, iré retocándola, pero poco ya. Podéis consultarla en este enlace:

https://elmundosintetico.blogspot.com/2021/02/la-biblioteca-de-el-mundo-sintetico-las.html

No he recibido ayuda personal de nadie, pero sí he consultado Wikipedia, miles de páginas web, he escuchado miles de conferencias en YouTube y he seguido canales como los de Guillermo Más Arellano, José María Bellido Morillas, Ernesto Castro, Fernando Castro Flórez (padre del anterior), Antonio Escohotado, Fernando Sánchez Dragó y otros. Indico estos canales porque son los que ofrecen mayor coherencia y calidad de contenidos y porque son conocidos, pero hay miles de canales interesantes, tanto en español como en inglés u otro idioma. Agradezco a todas estas personas su generosidad al transmitir tanto conocimiento y con tanto esmero... Tal y como decía Antonio Escohotado, en Internet está casi todo el conocimiento y, si te esfuerzas, puedes llegar a ser un experto en algo. No sé cuán experto soy, pero sí sé que el esfuerzo es un ingrediente absolutamente necesario en este potaje.

Considero que ya he explicado suficientemente en qué ha consistido mi proyecto (mi aventura), cómo lo he llevado a cabo y por qué voy a darlo por terminado. Es algo que he hecho con el fin de mejorar mi propia persona y sin esperar ningún beneficio económico (desde el principio decidí compartirlo). Ahora necesito preocuparme de otros asuntos, aunque no dejaré de leer ni de aprender cosas nuevas, por supuesto.


Ernesto García-Testón Gómez a 31 de mayo de 2024.


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Advertencia: en esta entrada unifico los textos introductorios de las Lista Primera y Lista Segunda de la Biblioteca del Mundo Sintético. Las entradas originales las he retirado* por no infringir ningún tipo de norma, debido a críticas estúpidas de determinadas personas con autoridad académica y sobre todo, porque al poner en las narices de mis conocidos las listas de lectura, más que despertar su curiosidad lo que he conseguido es que resoplen como si fueran cachalotes varados en una playa. Aun así dejo esto publicado para quien pueda tener algo de interés por aprender, leyendo, lo mínimo sobre nuestra civilización.

Tengo en cuenta a los autores chinos más conocidos, pero no hago mención ni a su civilización ni a la hindú, porque no las conozco, a pesar de ser culturas que tienen cuatro mil años. Iré llenando esa laguna y en el futuro quizá comparta con vosotros lo que haya aprendido. De momento, para empezar, debemos conocernos a nosotros mismos, aunque sea superficialmente.


Publicación corregida desde 16 de febrero a 26 de septiembre de 2021.



La Lista Primera.


Qué leer y por qué.

>>El conocimiento humano está en los libros, libros que hoy día ya han trascendido del soporte del papel, papiro o pergamino, para ser datos binarios en un servidor y palabra escrita en una pantalla electrónica. Ante nosotros se levanta una inmensa biblioteca con millones de volúmenes. “Lee” es un imperativo que padecemos desde que tenemos uso de razón, por el cual nos sentimos obligados a sufrir la constante duda de qué leer, quedando de pie, abstraídos en esta vacilación, durante horas y días, y al fin, saliendo de ese marasmo, para terminar leyendo algún libro escogido al azar que no resolverá ni nuestras dudas ni nuestra ignorancia. Y así pasamos horas y días, repetimos el acto, y las horas y días se vuelven meses y años: cada libro no esencial que leemos es un libro esencial que dejamos de leer, y cada libro esencial que no leemos supone perder quizá décadas de nuestra vida, hasta que por fin nos topamos con aquel que forma parte de esa sucesión de textos que han creado nuestra cultura y es la llave para descubrir el conocimiento que encierran obras posteriores. En esas décadas perdidas hemos vagado por un bosque de insustancialidad al que algunos llaman “cultura” sin ser tal cosa, ni de lejos. Sería estupendo que, a esa edad en la que ya podemos entender lo que pone en los libros, alguien con criterio nos dijera qué leer, y que tal recomendación no nos dirija por el camino de la confusión ni de las creencias sectarias.

>>La verdad no se encuentra en ideas nuevas, por ser estas nuevas, o en ideas revolucionarias: la verdad se revela ella sola ante quien la mira en su totalidad, en este caso ante quien la lee. Pero leer, para ver más allá de nuestras narices, exige diligencia: nadie puede leer por nosotros.

>>Ante la duda de qué leer, para mí, la respuesta lógica sería “lee el primer libro” ¿Y qué leer después del primer libro? Pues el segundo, y después el tercero, el cuarto, y así hasta que llegues al último. Pero como la biblioteca virtual que tenemos ante nosotros es inmensa y sus volúmenes se cuentan por millones, debemos empezar por aquellos libros que consideremos esenciales, como ya dije. Sería por tanto una lista de libros (1) ordenados cronológicamente, desde la primera obra literaria conocida, hasta la última, y sería una lista limitada, en este caso una lista de no más de trescientos libros. Leídos estos trescientos ya estaríamos preparados para leer cualquiera de esos libros insustanciales y confusos que nos recomiendan en Twitter o en esas revistas influyentes que pretender establecer la estética de nuestros tiempos, libros que, por otra parte, se basan en otros anteriores (o los distorsionan), algunos antiquísimos, que no leemos porque nadie nos los recomienda, o en todo caso buenos libros que leemos fuera de su contexto y sin orden alguno.

>>Hay que tener en cuenta que nuestros mayores, nuestros profesores y esos influencers o prescriptores que nos recomiendan libros no actúan con malicia al recomendarnos alguno inútil o contraproducente en cuanto a la formación de la personalidad se refiere: en el peor de los casos, lo que quieren es vender sus productos. Estos, al igual que nosotros, también están de pie, obnubilados en el centro de la gran sala de lectura, y como la inclinación natural del ser humano no es tomar al azar un libro (tomamos el que tiene el lomo más bonito), sino leer lo que nos aconsejen, pues han debido ser aconsejados por alguien que no sabe o por algún sectario más listo que ellos que les ha dicho qué leer y qué no leer. Yo no voy a decir qué no leer, solo aconsejaré leer aquellos libros que nos den una idea global de la historia de la humanidad, de la evolución humana y de la naturaleza humana, debiéndose tener en cuenta que, llegados a una determinada fecha, la producción literaria parece complicarse en cuanto a sus temas y enfoques, y esto es porque siempre estuvo complicada en muchas cosas, porque la humanidad es complicada.

>>Y como es complicada la humanidad y su literatura, yo honestamente, voy a recomendar una serie de autores y libros que he leído y que considero los más importantes, dejándome atrás algunos que también lo son y sin complicarme demasiado con la filosofía (entiendo poco de esto), aunque daré los autores y los títulos más importantes para introducirse en ella (2). Como yo no soy un hombre culto, porque he perdido mucho tiempo leyendo estupideces y jugando videojuegos, y ya en el camino (irregular y pedregoso) del conocimiento no he tenido tiempo de leer más de lo que he leído (que nunca será suficiente), esta lista es, también para mí, una guía y la exigencia personal de ahondar en las materias y las obras de los autores que propone y algunos que no conozco o he olvidado incluir. Pero la lista es la que es*, y como guía sirve, sobre todo para quienes no han leído nada o solo han leído cosas insustanciales.


*A día de hoy, 26 de septiembre de 2021, la lista se cierra con 311 entradas.



Cómo usar esta lista primera.

>>Lo mejor es leer todos los títulos en orden. Para confeccionar la lista he repasado todas las obras y he leído las que no conocía, en orden, y esta experiencia de lectura ha sido óptima consultando mapas y realizando sencillas cronologías históricas en un cuaderno. Cualquier persona que tenga un nivel cultural medio puede completar estas lecturas en un periodo de entre dos y cinco años con un desembolso muy asequible si se recurre a bibliotecas públicas, libros de segunda mano y libros electrónicos (si se compran todos nuevos deben ser unos dos mil euros). Recorrer los mercadillos y tiendas de libros usados y conseguir poco a poco todos los libros puede convertirse en una afición muy placentera que yo mismo voy a practicar si la epidemia no me lo impide.

>>Como dije, la lista es un orden cronológico de autores y de obras. Hasta el siglo XVIII, la fecha dada será el siglo de publicación, por lo que hay muchas obras que no están ordenadas con total exactitud, aunque esto no es grave, ya que los autores desarrollan su obra durante décadas y sus “líneas temporales” en esta lista se solapan. A partir de finales del siglo XIX pongo un año, en el que se publica la principal obra de su autor, y esto no es más exacto que las anotaciones anteriores, pero es orientativo.

>>En cuanto a las obras dadas, son aquellas que yo he leído o con las que estoy familiarizado: no he leído entero el “Corpus Aristotelicum”, “La comedia humana” ni los “Episodios nacionales”, por ejemplo, pero los he leído en parte y estoy familiarizado con su contenido (en mi casa teníamos las obras completas de Balzac, los Episodios Nacionales y otros, algo que no tiene todo el mundo, pero hoy, en Internet, sí está a nuestro alcance). Teniendo en cuenta esto, hay que dar más importancia, por regla general, al autor, tomándolo como referencia para leer más obras suyas si nos gusta o lo consideramos útil.

>>Hay algunos autores que deben ser leídos con prevención, pero no puedo “censurarlos” -porque ni yo ni nadie tiene autoridad para hacerlo-, ya que son muy influyentes y también forman parte de la cultura occidental. En todo caso es bueno mostrar lo pequeñas que son algunas obras en el contexto de su época. En las notas (en letra pequeña) seréis prevenidos someramente, para que tengáis en cuenta la tendencia de algunos autores, pero contendré mi opinión. Indicaré qué textos creo yo absolutamente indispensables por su calidad y contenido.

>>Hay autores y obras que he omitido para que esta lista no tenga más de doscientos ítems, así que si creéis que falta algo, anotad esto en privado, sin comunicármelo, ya que soy consciente de que faltan cosas. Si sois capaces de ver que faltan autores, os felicito, porque ya habéis salido del ensimismamiento que produce la visión de la gran sala de lectura y sabéis qué leer: esta lista no es para vosotros.

>>La lista primera solo llega hasta el siglo XX, porque hacer la lista, con los principios dados, incluyendo este siglo, tan complejo y cercano, supone un esfuerzo enorme y es complejo. Lo dejo como tarea pendiente para la lista segunda (ya estoy en ello). Sin embargo debo decir a este respecto, que antes de encarar la literatura del siglo XX, leamos primero todo lo anterior, para poder saber qué nos cuentan y de donde vienen las ideas y los contenidos que aun hoy maneja la literatura de todo género.

>>Por regla general daré los nombres de las obras originales, las antiguas, pero incluiré algunas obras modernas que he leído sobre algunas épocas y acontecimientos, porque la lectura de las obras originales es compleja (3), caso, por ejemplo, de la literatura medieval.

>>Entre cada anotación añadiré algunos nombres propios o hechos históricos de cierto interés para que se busquen obras sobre ellos.
Por último decir que si lográis leer todas las principales obras propuestas en cada entrada de esta lista, ya estáis preparados para leer casi cualquier cosa y poder decir, con criterio, si algo es bueno o si es un bodrio. Pero, sobre todo, al hacer este ejercicio se adquiere visión de conjunto sobre lo que es la historia, a través de las obras literarias>>.


Nota sobre la Iglesia.

>>El cristianismo no admite otros dioses, lo que llevó, después de sufrir siglos de desprecio, dificultades y persecución, a la creación de una teocracia con Teodosio (s. IV), que ordena la destrucción de templos y oráculos y prohíbe los cultos paganos, los Juegos Olímpicos y se dejan de contar los años por estos (los romanos antiguos contaban los años "ab urbe condita", desde la fundación de Roma, pero el calendario cambiaba según quien mandase). Es con Justiniano cuando cierra la Academia de Atenas (la de Platón, que sobrevivía desde el siglo IV a.C.) [y con la destrucción de Eleusis por parte de Alarico I, en el 396, acaba el mundo antiguo, antes de Odoacro] . No es esto la única causa de la caída del Imperio Romano y del mundo antiguo griego, ya que su cultura estaba ya muy diluida con creencias orientales como el hermetismo o el maniqueísmo (que se confunden a su vez), pero el cristianismo vino a sustituirlo dando paso a la Edad Media. [Esto no supone un dominio totalitario como lo entendemos hoy día, y sí la coherencia y superioridad doctrinal del cristianismo, que se impone].

>>A medida que los paganos se convierten al cristianismo van [quedando] también algunas creencias paganas, como los "démones" [daemones], convertidos en "demonios", objetos de los primeros exorcismos, o como el establecimiento de un orden de ángeles y demonios en parte dado por la interpretación que hace el pagano converso San Agustín de las hipóstasis de Plotino [según las hipóstasis platónicas de cuerpo, mente y alma], que evolucionará, a través de la Edad Media, en la jerarquía de los círculos infernales y los coros celestiales que Dante describe aplicando las órbitas planetarias... Quiero decir que, en contra de lo que se pueda pensar, el cristianismo no es "puro", sino que también es sincrético, algo que, yo creo, es inevitable (por ejemplo, al leer el Atrahasis y el Enuma Elish o El Libro de los Muertos encontramos cosas como el Diluvio, la condena de los hombres a trabajar o el juicio de las almas ante Osiris, muy anteriores al cristianismo).

>>A pesar de la persecución de las herejías y la prohibición de textos, la Iglesia ha ido añadiendo el conocimiento de la época a su doctrina, porque esto es inevitable también. Quizá parte de culpa tengan en la aparición de sectas protestantes (de algún modo abocadas al ateísmo, pese a su fanatismo) y corrientes ateas y anticlericales, ya que su actitud represiva, al menos desde el Renacimiento, ha provocado diversas reacciones y les ha hecho estar un paso por detrás, pese a mantener la fe por la fuerza (cosa que hacían con igual o mayor dureza, y menos orden, los protestantes). Creo interesante pensar en esto, pero no me atrevo (por no equivocarme) a emitir una conclusión al respecto, porque el devenir de la historia depende de muchas cosas y es bastante voluble. Podemos ver cómo antes del Renacimiento ya había herejías, cómo antes de la reforma ya había protestantes o cómo Santo Tomás ya rebatió teorías sobre "la infinitud del universo" ocho siglos antes de Stephen Hawking (que no propone una gran novedad, obstinándose en su modelo universal ateo, que no está probado de ninguna manera, siendo la teoría de expansión del universo obra de un sacerdote católico, Georges Lamaitre).

>>En todo caso debe saberse que la Iglesia se forma a través de siglos de guerras y concilios y no en procesos revolucionarios, de ahí que su arraigo sea tan profundo. Los dogmas y la misma Iglesia son algo muy discutido, día a día, durante los últimos dos mil años: no es cualquier cosa. Y la religión (en general) es, al fin y al cabo, el origen del pensamiento abstracto, porque se origina en la primera vez que el ser humano deja de pensar en sí mismo y sus necesidades perentorias y empieza a pensar en todo aquello que le trasciende -el Sol, la Luna, las estrellas, el fuego, el amor, el milagro del nacimiento, etc. [Por tanto, afirmar que "religión es falsedad y superstición y ateísmo y ciencia son verdad" es caer en un error].

Nota de 28 de enero de 2021:

Hay que tener en cuenta que el pensamiento prefilosófico y la religión animista primitiva tendrían el mismo origen: el momento en el que el ser humano es consciente de sí mismo y comienza a formar una sociedad, organiza el trabajo y empieza a tener tiempo de pensar en algo más que sus necesidades más básicas. Nos encontramos al chamán como aquel que establece una doctrina solo conocida por su tribu.

La siguiente realidad civilizatoria ("siguiente" en una evolución de siglos) es la religión mistérica, propia de la antigüedad. Aparece una casta sacerdotal que debe someterse al rito de iniciación y a ritos de paso, hasta convertirse en hierofante. Quienes asisten a los ritos tienen un conocimiento doctrinal dado por su acervo cultural, pero este no es sometido a una autoridad que fije y preserve ese conocimiento como conjunto de dogmas.

El siguiente paso civilizatorio da lugar a una Iglesia, al Concilio y al establecimiento de un dogma y una doctrina. Sí es cierto que la Iglesia Católica establece una teocracia, y que después de la ejecución de Prisciliano se hizo habitual matar al hereje, pero debemos tener en cuenta que es más evolucionada que la religión mistérica y por supuesto la animista, que también mataban, generalmente mediante el rito del sacrificio: las Leyes Sagradas y la Palabra de Cristo no dicen tal cosa, sino al contrario, prohíben matar y promueven el amor al prójimo (otra cosa es que se haga caso a esto). Debe tenerse en cuenta también que el dogma cristiano ha pasado de la idea primitiva de un Dios demiurgo (que destruye ciudades o somete al pobre Job a prueba) al concepto de un Dios creador eterno (ver Santo Tomás), es decir, que no sólo es una religión más avanzada, sino que a través de los siglos ha evolucionado, asimilando también el conocimiento científico. El catolicismo es, en este sentido, superior a las demás religiones reveladas. Y el hinduismo, el doble de antiguo que el cristianismo, que también tiene textos sagrados revelados (los Vedas), aunque su evolución es diferente (pero tienen algunas similitudes sorprendentes).

No debemos despreciar la religión, ninguna, aunque no sea importante para nosotros, porque religión, filosofía y ciencia son hermanas que nacen de la primera consciencia humana.

Nota de 30 de enero de 2021: hasta el momento no hay ninguna civilización atea. Nota de 10 de agosto de 2023: Occidente está avanzando en la dirección del laicismo, pero sigue habiendo monarquías y hay dogmas cientificistas sobre el aborto, el cambio climático, etcétera; desde la pandemia se ha propuesto que la OMS dicte las reglas sobre un nuevo tipo de pasaportes. No los científicos en realidad sino los divulgadores científicos (periodistas con un máster de divulgación científica) educan a la población, a través de los medios de comunicación de masas, en estos principios.

Nota de 23 de marzo de 2021: hay que aclarar que si bien el cristianismo determina el inicio de la Edad Media y este es muy restrictivo para la producción literaria, esa "oscuridad" que se atribuye a esta época es debida principalmente a la barbarie, a la invasión de los godos sobre el mundo grecolatino, pues estos son pueblos guerreros ágrafos, que dejan de serlo al entrar en contacto con una cultura superior (como le ocurre a los mongoles cuando conquistan China). De hecho, los godos eran romanos [se hacen romanos].

Nota de 28 de junio de 2021 sobre los gnósticos: son neoplatónicos en tanto que entienden a Dios como a un demiurgo, a diferencia de los peripatéticos cristianos y escolásticos que adoptan la concepción aristotélica de dios como ”causa incausada” o “motor inmóvil y eterno” (Aristóteles y Santo Tomás). En tanto a qué es realmente un gnóstico hay mucha confusión, pero serían gnósticos los primeros cristianos que adoptan ese neoplatonismo y son sincréticos con el maniqueísmo (de Mani, 216-277 d.C.) o con el hermetismo (de Hermes Trismegisto, el “tres veces grande”). En la actualidad se consideran gnósticos diversas sectas y la masonería, de inspiración neoplatónica (“Gran Arquitecto del Universo”) y hermética y esotérica.

Nota de 10 de agosto de 2023: El hinduismo entra en contacto con el Mediterráneo en diversas épocas, cuando hay un imperio que controla Persia y llega al río Indo: la primitiva cultura del Indo tenía contacto con Sumeria; la expansión aria en el siglo XV a.C.; el Imperio Asirio (los judíos reciben desde entonces influencia de la India); El Imperio Aqueménida (Pitágoras viaja al valle del Indo en esta época y su escuela se asemeja a un áshram); la influencia de Pitágoras (instruido en Egipto) sobre la escuela platónica; Alejandro Magno y la influencia griega sobre la India; Roma y su máxima expansión en el siglo II d.C. con Apolonio de Tiana y en el siglo III con Plotino (Roma llega al golfo de Adén, donde hacía mil años que llegaron los indios). [Persia es el centro de todo este intercambio cultural].

Nota de 7 de febrero de 2021 sobre Juan Jacobo Rousseau:

Si le preguntamos a cualquiera sobre el "contrato social", casi seguro es que dirá que Rousseau inventó el concepto: quizá esto se deba a la ignorancia (de sus maestros) o a alguna tendencia política educativa, pero es falso. Hobbes o Locke ya daban su concepto de contrato social, uno basado en la necesidad de paz y otro en el sacrificio voluntario, pero ambos referidos a "el ciudadano" genérico, y no a una parte de ellos, como hizo Rousseau, siendo la explicación de este último más política (ideológica) que filosófica.

Aparte de ser uno de los grandes precursores del laicismo (del desprecio de la religión en favor de la razón, planteamiento equivocado, como ya dije) y de la pedagogía moderna (el autor de "Emilio" abandonó a sus hijos bastardos), con su idea del contrato social fue precursor de la Revolución Francesa y parte del ideario comunista y revolucionario hasta nuestros días. Rousseau consideraba que el contrato social era un contubernio de las oligarquías cuyo fin era mantener el statu quo que les era favorable [esto ahora no me parece desacertado 10-08-2023].

En "El discurso sobre los orígenes y el fundamento de la desigualdad entre los hombres" (o "Segundo discurso", que es idealista, emocional y estúpido), afirmaba que el mundo se convirtió en un infierno cuando "la primera persona que, habiendo cercado un pedazo de tierra, se le ocurrió decir esto es mío" y propone la abolición de la propiedad privada. En "El contrato social" propone someterse a la "voluntad general" (y a obligar a tal cosa), lo que da pie a toda suerte de totalitarismos posteriores, y no solo es, como dije, inspiración de la Revolución Francesa sino de las leyes de 1792, del Terror (Rousseau muere quince años antes).

A pesar de todo esto, Rousseau es aclamado hoy día, como representante de la Ilustración, ideal utópico que, siendo venerado también, eclosionó en el Primer Imperio Francés y en las guerras con las que Napoleón bañó a Europa en sangre. También influye en Marx.

Hay que tener todo esto en cuenta cuando nos acordemos de Rousseau y de la Ilustración. No me gusta Rousseau.


Nota sobre el evemerismo, la protohistoria y los libros antiguos.

>>Según la teoría del evemerismo, los dioses paganos y lugares sagrados serían personajes y lugares históricos no recordados ya desde tiempos prehistóricos que los hombres han convertido en mitos, siendo falsos. Al llegar a la Ilustración y al nacimiento de la masonería moderna (4), esta teoría servirá para invalidar el carácter histórico de las Sagradas Escrituras, de la Biblia (Voltaire, por ejemplo, a veces cita personajes bíblicos como si fueran dioses griegos o como referencias masónicas). El mito es algo que está sobre la historia, es eterno, porque trata de transmitir una enseñanza sobre aspectos de la vida que no entendemos, que nos trascienden. Hay algunos autores que le dan la vuelta a estas consideraciones y son confusos.

>>Si analizamos un poco (por encima), el contenido y las certezas extraídas de los textos que son recopilación de tradiciones orales referidas a un periodo protohistórico, vemos que, o sí se nos habla de mitos y dogmas, por lo que queda clara la existencia de una religión (quién lo duda a estas alturas, la religión existe) o que muchas de las cosas que aparecen en estos textos son ciertas, ya que siglos después han sido encontradas y su existencia constatada. Por ejemplo, el rey David, que debió vivir allá por el siglo XI a.C., en la Edad del Bronce, existió, y algunas de las ciudades donde se dice que estuvo se han encontrado, así como existió Troya, algo que no se supo hasta que Heinrich Schliemann la encontró (hasta el siglo XIX nadie creía que fuese cierta su existencia). Quiero decir con esto que la Biblia sí tiene valor histórico, aunque leyendo a Voltaire o al marqués de Sade (o algún otro) podamos pensar que no es así. También podemos pensar que la explicación que da Heródoto sobre la costumbre de raptar mujeres, en una “primera época”, provocó la Guerra de Troya en una “segunda época”, es cierta, porque es una explicación plausible, aunque imprecisa. Quiere decir esto que las historias imprecisas (como las “crónicas de los reyes de Britania” de Godofredo de Monmouth, por ejemplo) no tienen por qué ser falsedades, sino solo “historias imprecisas”, debido a que no hay textos de tal o cual época sobre tal o cual asunto, como ocurre con los textos bíblicos, que pertenecen a la tradición judía, que no empezó a escribirse hasta siglos después de los hechos que narran, como tantas otras cosas. “El poema de Gilgamesh”, por ejemplo, es un relato plagado de episodios sobrenaturales, y no se sabe si hubo un rey llamado Gilgamesh, pero nadie duda de que Uruk tenía una muralla. En el relato protohistórico se unen el mito y la historia: es las dos cosas a la vez. El mito es mito y la historia es historia, y cada uno vale lo que vale y vale para lo que vale ¿Pero qué es más valioso saber que Uruk tenía muralla o imbuirnos en las reflexiones de Gilgamesh sobre la vida y la muerte? Lo que le pasa a algunos autores es que, después de miles de años, vuelven a pensar en lo evidente y se olvidan de lo más grande y maravilloso, que es aquello que nos trasciende y que a veces solo podemos explicar a través del mito. Sin embargo, Dios, tal como lo entienden San Anselmo o Santo Tomás, por ejemplo, no puede adaptarse a esa idea del evemerismo, pues es un concepto tan elevado que no puede compararse a un rey o patriarca humano que hubiera podido existir; tampoco Alá, por tanto. Tampoco el Brahmán o Uno supremo hindú. [Hay que distinguir las religiones abrahámicas de las dhármicas, pero ambas corrientes reciben influencia de Mesopotamia, Egipto, Persia, etcétera].

>>Veremos, al llegar al siglo XIX, como estas ideas dan lugar a otros planteamientos ateos por los cuales la religión ya no tendría cabida en una "humanidad evolucionada" (Schopenahuer, Feuerbach y Marx, que critica a estos por considerar sus ideas poco revolucionarias y dice que la religión una superstición, simplificándola; todos son más listos que Dios). Estas ideas son absolutamente dogmáticas, y consideran falsas todas las creencias anteriores, así como consideran necesaria una revolución que constate que la humanidad ha llegado a la cima de su desarrollo político, científico y filosófico (algo imposible). Incluso si se es ateo, pensar así es un error, porque invalidando y apartando la religión del conocimiento humano tampoco se alcanza la verdad absoluta, ya que la ciencia (ni mucho menos la antropología) no puede explicarlo todo ni establecer por sí sola una cultura, y creer en Dios ni es superstición ni te hace más tonto. Hoy día puedes ser físico nuclear y creer en Dios, sin problema. La filosofía tampoco da una solución definitiva a lo general: lo que hace es, muy al contrario plantear problemas y resolverlos teóricamente, no en la práctica. Por tanto, pensar que las ideas ilustradas o el marxismo o que tal o cual otra ideología son la solución, también es un error, del mismo modo que es un error dejar el gobierno en manos de la religión, que tampoco está para eso. Tanto el marxismo como la Ilustración establecen utopías (como otras ideologías modernas), y estas se pueden considerar mitos también, aunque en este caso, mitos no extraídos del pasado sino proyectados al futuro, es decir, una utopía venidera, una promesa que nunca se cumplirá.

>>Todo esto es bueno tenerlo en cuenta, así como que las descripciones y semblanzas sobre una misma cosa varían según la época y el autor. Esta lista es para que se lean las obras con los ojos y la mente limpios, no para analizarlos de acuerdo a unas creencias o una ideología, que también es creencia (5). Mejor que dejarse llevar por ideas revolucionarias es leer y sacar cada uno por sí mismo sus propias conclusiones.

>>Por último, hagámonos la siguiente pregunta: ¿Sirve para algo leer “libros antiguos”(6), siendo tantos y tan llenos de información los nuevos? Desde luego, porque gracias a eso vemos el mundo como lo veían los autores antiguos y recuperamos partes de nuestra humanidad que hemos olvidado o perdido (por fanática sustitución a manos de las autoridades intelectuales). Y creo que eso es, en el fondo, lo más importante de esta mi primera lista de libros.


Nota de 8 de noviembre de 2021 sobre Francis Bacon:

El último autor que destaco, como fundamental en la nueva forma de pensar de los siglos XVII y XVIII es Francis Bacon. Francis Bacon de un enfoque científico a su pensamiento y reniega de algunas ideas que la Iglesia impone en la ciencia (entonces no conocían la expansión del universo ni muchas otras cosas) y del enfoque griego, aristotélico (los griegos no tenían la numeración árabe ni la matemática moderna). Francis Bacon no era ateo, solo estaba en contra de la ignorancia y el fanatismo (era anglicano, como Darwin).

Nota de 15 de enero de 2022 sobre el evemerismo:

La mitología griega habla de héroes-reyes, fundadores de ciudades como Perseo, Teseo o Cadmo, por tanto ella misma da pie al evemerismo (Evémero era griego). Otro tanto pasa con la mitología nórdica, como dice Thomas Carlyle. Otro tanto ocurre con el Mahabarata. Pero la Biblia ya habla explícitamente de patriarcas y de reyes, por tanto no es ni medio razonable aplicar las ideas de Evémero a la Biblia ni a Dios.

Nota de 10 de agosto de 2023: la Biblia sí es historia. Es muy útil para poner en pie la historia de Mesopotamia, entendiendo que Israel era un reino subordinado a potencias superiores que tuvo su apogeo cuando decae el Imperio Asirio y es conquistado y sometido con el auge del Imperio Aqueménida (el rey David y el rey Salomón son del siglo XI al X a.C.). El Antiguo Testamento es la historia de Israel. sobre si hay o no hay documentos sobre Cristo, pues hay cuatro Evangelios, para empezar, pero entiendo que a Cristo y a sus discípulos no los conocía nadie, pero que su religión creció hasta hacerse poderosa en el siglo III.



Ernesto García-T. G. 7 de Noviembre de 2020 (últimas notas de agosto de 2023).




Las notas, la letra pequeña:

(1) Toda la literatura grecolatina no es imprescindible, pero recomiendo leer, antes que nada, tanta como sea posible.
(2) La filosofía siempre estuvo relacionada con la política.
(3) Los libros antiguos (escritos en griego o en latín o cualquier otra lengua muerta) y los libros escritos en otra lengua han de ser traducidos. Os recomiendo no ahorrar dinero comprando una edición mala: comprad una buena edición, bien traducida y con buenas anotaciones.
(4) La “masonería moderna” se funda en 1723 y no tiene nada que ver con la masonería medieval, sobre todo porque empieza a estar compuesta de burgueses y nobles, no de albañiles, y tiene una importante influencia en la literatura y en la política, por tanto en los acontecimientos históricos. Más que relacionar a la masonería con la Ilustración, debemos relacionarla con el Renacimiento, los ideales humanistas y la idea de recuperar una humanidad interrumpida por el cristianismo, lo que explica sus extravagancias y laicismo.  No es “conspiranoico”, por tanto, tener todo esto en cuenta. Autores como Voltaire, Montesquieu, Rousseau, el marqués de Sade, Lafayette, Goethe o Kant eran masones; Napoleón lo era (no, no se retrata con dolor de barriga, es un saludo masónico). La segunda parte de “La Henriada” (no la incluyo en la lista porque es infumable), las ideas teológicas de Voltaire, la segunda parte de “Fausto” o las ideas revolucionarias de Sade contienen esta ideología, oscura y oculta a los no iniciados, pero influyente por sus propuestas y por la emotividad con que se presentan. Pushkin era masón, como su Eugenio Oneguin (con interés más en escandalizar que en otra cosa) y el protagonista de “Guerra y Paz”, Pierre, es un masón, e incluso se describe, en esta obra, su iniciación. Benito Pérez Galdós los tiene muy en cuenta en sus novelas. La masonería es una realidad, y no debemos negar la realidad. Y entre ellos los hay buenos, malos y regulares, pero su manía de reunirse en secreto es un tanto molesta. Tampoco hay que pensar (como ellos piensan) que han iniciado una nueva era: son un síntoma del cambio en el sistema de creencias; en realidad es eso, ya que su doctrina no es suficiente para crear un proceso civilizatorio, para lo cual, además, necesitarían mil años por lo menos. Si leemos las Constituciones de Anderson, ellos ya creen ser propietarios intelectuales de toda obra humana desde el principio de los tiempos, lo cual, además de ser falso, es ridículo: basándose en chorradas no pueden crear ni una civilización ni mucho menos, y toman prestada cualquier cosa de la Biblia, de Filón de Alejandría o de lo que sea. En todo caso, a España, la masonería nunca le ha sentado bien. Enredar en política, enredan, pero no suponen un grupo homogéneo y unido: se pelean entre ellos (como dice Clara Campoamor) y no se sabe si van o vienen, lo que a veces es más peligroso que decidirse abiertamente por la sedición, como algunas veces hacen.
(5) Con la aparición de las ideologías políticas, se establece otro sistema de creencias, esta vez absolutamente redactado, sintetizado, para establecer precisamente una creencia en los individuos que son parte de las masas: se te dice cómo es el mundo, cómo debería ser el mundo y qué hacer para cambiar el mundo. Es exactamente lo que decía Schopenhauer de la religión pero mucho peor: el marxismo desprecia todo, con una arrogancia insoportable, y se postula como única verdad. [Tampoco puede generar civilización por sí misma, pero sí formar parte de ella, claro está].
(6) Las ediciones modernas de los textos antiguos están llenas de anotaciones y suelen estar precedidas por prólogos que tienen mucha información. Como digo en la nota 3, intentad leer la mejor edición posible. La editorial Gredos (ahora RBA) tiene una colección magnífica de textos clásicos. 

[ ] Correcciones de 22 de enero de 2021

En algunos de los párrafos divago, por lo que pido disculpas.
Al tratarse esto de un documento informático, iré haciendo pequeñas correcciones, sobre la base de la primera redacción.




Lista Primera de autores.

La princesa Enheduanna, “El Poema de Gilgamesh”, “Código de Hammurabi”, “El Poema de Atrahasis o del muy sabio”, “Poema de Enuma Elish”,”El libro de los Muertos”.

Homero, Hesíodo, Safo de Mitilene, Confucio, Píndaro, Lao Tse, Esquilo, Sófocles, Eurípides, Aristófanes, Heródoto, Tucídides, Jenofonte, Demóstenes, el Mahabharata, Sun Tzu, Ley de la Doce Tablas de Roma, Platón, Aristóteles, Epicuro, Teócrito, Polibio de Megalópolis, Catón el Viejo, Lucrecio, Ovidio, Virgilio, Catulo, Cornelio Nepote, Julio césar, Cicerón, Horario, Tito Livio, Estrabón, Quintiliano, Plinio el Viejo, Plutarco, Suetonio, Tácito, Séneca, Ptolomeo, Juvenal, Apuleyo, Marco Aurelio, La Biblia, Plotino, Orígenes de Alejandría, Eusebio de Cesarea, San Agustín, San Jerónimo.

San Isidoro, “Libro de la historia de los francos”, Juan Damasceno, “Beato de Liébana”, “Anales de San Bertín”, Cónica de Alfonso III”, “Crónica Albendense”, “Antología Palatina”, al-Mutamid, “Cantar de Roldán”, “Codez Calistinus”, Godofredo de Monmouth, Maimónides, Averroes, Chretien de Troyes, “Crónica latina de los Reyes de Castilla”, “Cantar del Mi Cid”, alfonso X “el Sabio”, Gonzalo de Berceo, Rustichelo de Pisa, Santo Tomás de Aquino, “El cantar de los Nibelungos”, Anna Comnena, Boccaccio, Godofredo Chaucer, Dante Alighieri, don Juan Manuel, Petrarca, Marqués de Santillana, Jorge Manrique, Juan de Mena, Copérnico, “El Romancero Viejo”, Elio Antonio de Nebrija.

Giovanni Pico de la Mirándola, Cristóbal Colón, Maquiavelo, Antonio Pigafetta, Giordano Bruno, Alberto Durero, Garcilaso de la Vega, Fray Luis de León, Francisco Suárez, Erasmo de Roterdam, Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, Alvar Núñez Cabeza de Vaca, Inca Garcilaso, “El Lazarillo de Tormes”, Bernal Díaz del Castillo.

Miguel de Cervantes Saavedra, Shakespeare, Descartes, Góngora, Lope de Vega, Quevedo, Luis Vélez de Guevara, Calderón de la Barca, Tirso de Molina, Hume, Spinoza, Hobbes, Locke, Moliere, Sor Juana Inés de la Cruz, Daniel Defoe, “Las mil y una noches”, Voltaire, Montesquieu, Perrault, Beaumarchaise, Rousseau, Adam Smith, Inmanuel Kant, Jovellanos, Malthus, Cadalso, Goethe.

Moratín, hermanos Grimm, Lord Byron, Hofmann, Walter Scott, Mary Shelley, John Fenimore Cooper, Balzac, Ramón de Mesonero Romanos, Washington Irving, Edgar Allan Poe, Alejandro Pushkin, Tocqueville, Larra, Hegel, Dickens, Espronceda, Zorrilla, Alejandro Dumas padre, Marx y Engels, W. M. Thakery, Alejandro Dumas hijo, Gustavo Adolfo Bécquer, Donoso Cortés, Melville, Flaubert, Darwin, Wilkie Collins, Victor Hugo, Rosalía de Castro, Tolstoi, Dostoievski, Julio Verne, Mark Twain, R. L. Stevenson, Leopoldo Alas “Clarín”, Federico Nietzsche, Emilia Pardo Bazán, Rimbaud, Benito Pérez Galdós, Arthur Conan Doyle, Oscar Wilde, H.G. Wells, Zola, Henry James, Antón Chejov, Joseph Conrad, Rubén Darío. 


Hasta aquí la Lista Primera de autores (de unos trescientos items), que publiqué comentada, con obras escogidas, el siete de noviembre de 2020. La utilidad de dicha lista es establecer una "columna vertebral" del conocimiento individual, es decir: leídos estos autores y comprendidas sus obras tendremos el conocimiento necesario para leer cualquier otra cosa y saber distinguir lo bueno de lo malo. Lo único que hace falta es esfuerzo, disciplina, y así, al cabo de un periodo entre dos y cinco años, se puede completar la lista. Al hacerlo, ya no seréis la misma persona.





Biblioteca de la Universidad de Berkeley, color editado.





La Lista Segunda: el siglo XX.



"Infunde en tu alma el goce de lo bello, crea belleza, vive en belleza, y al contemplar tu pasado desde la ribera remota contemplarás amor", de "La lámpara maravillosa", 1916, Ramón María del Valle-Inclán.



Prólogo a la crónica de la Lista Segunda.

Ya sugerí que mi intención primera era leer todo aquello que no me aconsejaron leer de manera explícita cuando era niño. Después de esa Primera Experiencia publiqué la lista de doscientos libros que yo consideré más importantes, desde el “Poema de Gilgamesh” hasta Rubén Darío. Debido a que no tengo licencia para divulgar ese conocimiento y a las críticas de quienes sí tienen esa licencia y la usan, más que para enseñar de manera directa, para abrumar con su erudición o para adoctrinar (o para abrumar y adoctrinar) que me consideran “chulo” y “pedante”. Ya digo yo que no es así, puesto que nunca he ocultado mi ignorancia. Digo más: antes de la Primera Experiencia yo era un analfabeto funcional, como lo son la gran mayoría de los españoles. Empecé esta aventura -consistente en leer cientos de libros que no había leído- cuando comprendí que lo era y para dejar de serlo; y esa bibliografía no era un canon sino un regalo para gente que no lee. Pues ahora que he retirado mis detalladas listas “os buscáis la vida”, como suele decirse. De todas formas daré una relación de autores y comentaré algunas obras que creo importantes, y quien quiera que empiece a leer.

Las listas originales están perdidas, pero existen en manos de unos pocos que prestaron atención. El que la tenga que lea, de uno en uno y en orden los libros, como hice yo para dejar de ser un perro ignorante. Y quien no se considere perro ignorante, que se lama el pito, si llega, pues perro es de todas formas.


>>Esta Lista Segunda está enfocada desde un punto de vista de un español (el mío) y omito algunos de los grandes referentes en lengua inglesa y alemana, y me da igual que hayan ganado o no el Premio Nobel (si Valle-Inclán o Menéndez Pelayo no tienen un Nobel, ese premio no vale para nada). Sí que incluyo algunos libros en lengua inglesa o alemana que son muy importantes y de los que no suele hablarse. Sea como fuere, a partir de las Guerras Mundiales el mundo se "globaliza" y se hace necesario "salir de España">>.

Nota de 10 de agosto de 2023: cuando llegué a Ezra Pound descubrí al que posiblemente sea el poeta más importante del siglo XX (y del XXI). Ya sé que era fascista, pero es extraordinario. Algo que caracteriza sus poemas es el uso indiscriminado de varios idiomas dentro de un mismo poema, el inglés, latín, griego, chino, italiano o español. Esto me ha mostrado que no hay que limitarse a un idioma (a mí se me dan mal los idiomas) aparte de ser un poeta excepcional, su obra en prosa, que es principalmente didáctica, está muy bien escrita y es muy instructiva. Este autor era amigo de todos los grandes literatos del siglo XX (como Juan Ramón Jiménez) y es necesario estudiarlo para comprender la época anterior a la Segunda Guerra Mundial y sus asombrosos movimientos de vanguardia, como el Futurismo (al que él se adscribe como vorticista) y el Surrealismo, principalmente -el surrealismo influye mucho en Lorca, pero al final Lorca acaba uniendo lo antiguo con lo nuevo, como Pound-. Ezra Pound es la principal influencia sobre la Generación Beat.

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A partir de La Bomba se abandona la Gran Cultura por la industria editorial y la cultura pop y cada vez es menor la exigencia a los niños para que lean y aprendan. Se llega a un momento en el que solo se recomienda lo insustancial para que nuestro espíritu no sufra ningún quebranto con preocupaciones innecesarias: comienza una época donde todos nosotros, al llegar a la edad de trabajar, descubrimos que no sabemos hacer la O con un canuto y sufrimos, porque estamos atrapados en un sistema que no comprendemos, y al parecer “ni falta que hace”. A mí, no saber cosas me hace sufrir.

Nota de 31 de mayo de 2024: he terminado de leer lo más importante de Pier Paolo Pasolini y debo decir que su visión sobre el cambio civilizatorio que se va resolviendo desde el fin de la II Guerra Mundial y, en una segunda etapa, a partir de los años setenta del siglo XX, es muy certera. Sus concisas explicaciones de cómo el fascismo (la parte católica) muta al neoliberalismo, cómo vivimos compartimentados en un sistema de obligado consumismo y cómo esto ha provocado un cambio social sin precedentes en la historia son realmente interesantes. Recomiendo leer "Los escritos corsarios" y "Las cartas luteranas", en este orden.


El siglo XX. 

Desde finales del siglo XIX hasta la Primera Guerra Mundial se van fraguando los movimientos de vanguardia y los totalitarismos. La ruptura con los estamentos, las repúblicas, la sociedad civil, las ideologías, los avances tecnológicos y científicos, los manifiestos artísticos y el esoterismo crean una confusión que preludia un cambio en el mundo. Las dos guerras más cruentas de la historia imponen el orden mundial que hemos conocido hasta ahora y en Occidente se impone un concepto político y social: el Estado del bienestar (originalmente era una expresión despectiva). Creo que este bienestar será fundamental para llegar a donde hemos llegado como individuos, aunque solo sea por disponer de tiempo de libre (que no es poca cosa). Desde 1898 hasta 1936 España vive su Edad de Plata de las Letras y las Ciencias, que por cantidad y calidad de las obras debe destacarse ante todo lo hecho en el mundo entero.
[Ese periodo es verdaderamente importante en Estados Unidos, no en España, en lo que al mundo se refiere].

Nota de 10 de agosto de 2023: estudiando a Ezra Pound comprendí que los escritores jóvenes de principios del siglo XX se estaban fijando en lo que ocurría en Londres, en París y en Roma y que la vanguardia literaria se centraba en el imagismo o imaginismo de Ezra Pound y Hilda Doolitle (de influencia oriental), en el Futurismo y en el Surrealismo. En España había grandes escritores, claro que sí, pero no eran el centro del mundo. Cuando Federico García Lorca viaja a Nueva York sabe que los escritores españoles no eran el centro del mundo, y saber eso le hizo escribir su magnífico "Poeta en Nueva York". La poesía de vanguardia nace en Francia con Baudelaire y Rimbaud. La poesía actual en Occidente está influida mayormente por la poesía norteamericana de esa época (Pound y Frost) y la Generación Beat (y esta de Walt Whitman). Como dije antes, creo que es importante leer a Ezra Pound [y estudiar su biografía] para comprender esto.

>>Desde 1945, en Occidente, vemos ciudadanos solitarios, que cada vez tienen más capacidades, pero sin poder cambiar el mundo, es decir: podemos tener un estudio de televisión en casa, gracias a un ordenador y a Internet, pero seguimos siendo masa. Mas no debemos aspirar a ser otra cosa más que masa, pero, en este siglo XXI, por el legado recibido del siglo XX, sí podemos aspirar a desarrollarnos más, como seres humanos, explotando al máximo las capacidades que nos dan nuestros vehículos, nuestros ordenadores e Internet y, por supuesto, nuestros derechos y las prestaciones sociales, que nos dan tiempo y tranquilidad, para crear un benéfico ámbito de influencia a nuestro alrededor: no ya nuestra "comunidad virtual", sino un círculo social físico donde podamos crear lo que queramos y donde podamos hablar de lo que queramos, pero sin pretender "dominar el mundo". De algún modo, esos americanos que construían sus refugios nucleares gastando el dinero que les permitía su elevada renta per cápita pretendían ser libres, ajenos un caos que no podían controlar. Y hemos pasado del miedo a "la bomba" a crear pequeños reductos creativos con nuestros ordenadores y teléfonos móviles; como vimos en la película "Wayne´s World", podemos tener un estudio de televisión en casa, y esto quedará ahí, en "nuestro mundo", pero no podremos cambiar "el mundo".

>>Nuestro impertinente error es pretender dominar el sistema, ya que no podemos, ni debemos, pues ese “sistema” nos da la vida. Creo que, en el siglo XXI, deberíamos enfocar nuestras capacidades individuales en crear un paraíso particular que podamos compartir físicamente con quien nos dé la gana. Y no penséis que eso nos dejaría en un limbo y que seríamos dominados por un poder totalitario sino muy al contrario el poder no podrá establecer patrones estadísticos sobre nuestro comportamiento y se tendrá que adaptar a nuestra querencia por la libertad. Los algoritmos no podrán controlar nuestra opinión si nuestro lenguaje es creativo, ya que nuestras palabras no serán "clave" de nada ni nuestras expresiones patrones reconocibles. Sin embargo esto no es una llamada a la anarquía, pues el Estado es necesario, precisamente para que podamos vivir seguros y poder desarrollarnos como seres humanos, simplemente digo que, hoy en día, el bienestar (que nos da el Estado) y la tecnología pueden permitirnos ser libres de formas no conocidas antes*. 

>>Pero para tener un lenguaje creativo hay que leer mucho primero (o por lo menos leer algo). Una de las cosas que percibo es que, desde que acabó la Segunda Guerra Mundial, en Occidente, las libertades individuales han venido aumentando, así como la riqueza, en general, y cada uno de nosotros podemos hacer, como ya dije, cosas que antes eran impensables: podemos escribir un libro, editarlo e imprimirlo; podemos hablar en Youtube a través de nuestro [propio] canal emitiendo en alta definición; podemos organizar encuentros a través de las redes sociales; podemos locutar en nuestro podcast... Hasta podemos tener aburridos blogs como este y publicar bibliografías. 

>>Pero al mismo tiempo que nuestras libertades y capacidades individuales han aumentado, a pesar de tener un acceso a la cultura que nunca antes tuvimos, cada vez se lee menos, y cada vez más se ha apartado a la "gran cultura", a las humanidades, y todo esto parece haber sido sustituido por la "cultura popular" y la "moral de consenso", en un proceso paulatino, desde los años 50, desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. 

>>El siglo XX es el siglo de la dominación por la técnica, de la cibernética, el siglo de los totalitarismos (fascismo, comunismo y nazismo), pero, como digo, también es época de una liberación de la ciudadanía que no tiene precedentes, y culmina con la creación de Internet, que pone a nuestro alcance el conocimiento, y nos permite crear y publicar nuestras creaciones, lo que nos permite, como ya he explicado, ser libres de muchas nuevas formas. Sería una lástima que usemos esta tecnología maravillosa para dar cuerpo y fuerza a los nuevos movimientos revolucionarios, propios del siglo XX, no del siglo XXI (en su tozuda labor como "trolls", hay por ahí quien tiene a un Saint-Just como "avatar", toda una "retromanía"). Esta tecnología prodigiosa no debería ser usada para apoyar a ningún líder político, sino a nosotros mismos. 

>>Y es cierto que casi todos nosotros no tenemos tiempo para convertirnos en sabios o para construir nuestro espacio ideal, pero si no lo tenemos para eso, tampoco deberíamos tenerlo para difundir propaganda política a través de las redes sociales y lo hacemos. Usemos ese tiempo mejor, por ejemplo leyendo, con curiosidad, sobre todo aquello que no conocemos. 

>>No quiero extenderme más con mis reflexiones, así que os dejo frente a mi Lista Segunda. Que os sea de provecho**. 


Ernesto García-T. G., 10 de enero de 2021. 




* Leer la obra "La zona temporalmente autónoma", de Hakim Bey, 1991, en la lista original. Lo que yo digo puede ser parecido, pero sin "insurrección" ni filosofía marxista: el sistema no invadirá "nuestro paraíso" porque no será necesario (eso si conservamos o ampliamos las libertades que teníamos antes de la epidemia del COVID-19). La Web no es un arma, como dice Hakim Bey, sino un medio a través del cual alcanzar conocimiento.

** de la redacción original.





Lista Segunda, de autores. 

O. Henry, Vicente Blasco Ibáñez, Hermanos Machado, Jack London, Jacinto Benavente, Hermanos Quintero, “Manifiesto futurista”, Pío Baroja, Apollinaire, Kafka, Pessoa, Unamuno, Gómez de la Serna, Colombine, Juan Ramón Jiménez, Eugenio D’ors, Muñoz Seca, “Manifiesto Dadaista”, “Manifiesto Fascista”, Ernst Jünger, Agatha Christie, Wenceslao Fernández Flórez, José Ortega y Gasset, García Lorca, Scott Fitzgerald, Ezra Pound, Ramón María del Valle-Inclán, Neruda, “Mein Kampf”, “Manifiesto Surrealista”, Martin Heidegger, Dashiell Hammet, Aldous Huxley, Jardiel Poncela, H.G. Wells, Walter Benjamin, Clara Campoamor, Agustín de Foxá, Ramón y Cajal.

Julián Marías, Albert Camus, Cernuda, Cela, Mika Waltari, Carmen Laforet, Gerardo diego, “El diario de Ana Frank”, Simone de Beauvoir, Borges, Delibes, Simenon, Asimov, Marguerite Yourcenar, Hannah Arendt, Hemingway, Fernando Arrabal, Tolkien, Bertrand Russell, Octavio Paz, Stanislav Lem, John Le Carré, Torrente Ballester, Cortázar, Vargas Llosa, “El libro rojo de Mao”, Italo Calvino, Truman Capote, José Lezama Lima, Juan Marsé, François Truffaut, García Márquez, Phillip K. Dick, Arthur C. Clarke, Woody Allen, Alexander Soltzthenitsyn, Richard Dawkins, Anne Rice, Flora Davis, Fernando Sánchez Dragó.

J.F. Lyotard, William Gibson, Milan Kundera, Arturo Pérez-Reverte, Antonio Escohotado, Marguerite Durás, Hakim Bey, Douglas Coupland, José Ángel Mañas, Nick Hornby, Ana María Matute y Juan Manuel de Prada. 


Para no parecer un pedante he decidido cambiar mi anterior lista detallada y con comentarios por esta otra retahíla de autores. Así está mucho mejor, pues no ofende a los académicos.

Algunos autores que destaco. 

Del siglo XX, estos son algunos de mis favoritos: 


Clara Campoamor y Agustín de Foxá.

“La revolución española vista por una republicana” y “Madrid de corte a checa” cuentan cómo empezó la Guerra Civil y las matanzas comunistas en Madrid, desde dos perspectivas muy diferentes. Dejan clara una evidencia: la revolución comunista desarrollada desde 1934 y pergeñada durante toda la Segunda República. 


Ernst Jünger.

“Tempestades de acero” es una magnífica novela autobiográfica sobre la Batalla del Somme, y “La emboscadura” es un ensayo sobre la resistencia individual frente al desastre totalitario (el nazismo en este caso). Os lo recomiendo: Ernst Jünger es un autor muy especial que hay que conocer.


Hannah Arendt.

“Los orígenes del totalitarismo” es el mejor estudio histórico-fenomenológico sobre el antisemitismo, el imperialismo y los totalitarismo nazi, fascista y comunista. Es muy objetiva y para mí resultó muy reveladora. Leed también el artículo “Eichmann en Jerusalem”, de 1963, en The New Yorker (disponible en línea), sobre la banalización del mal, sobre cómo los “hombres grises”, los que “cumplen órdenes”, son absolutamente necesarios para los sistemas totalitarios. Lo que dice sobre no sentirse ciudadana de ningún país es algo que tiene en común con Baruc Espinoza, pero no creo que debamos aplicarlo a la política actual, pues ya los israelitas tienen otra vez su reino y defienden su frontera y su ciudadanía con ahínco. Pero Hannah Arendt me parece muy interesante. Entre sus muchas contradicciones está le de haber sido amante de un nazi, su profesor, el filósofo Martín Heidegger, considerado el mayor filósofo del siglo XX. Los seres humanos tenemos que ser contradictorios de vez en cuando.


Albert Camus.

“El hombre rebelde” es un ensayo sobre cómo el nihilismo, las ideologías revolucionarias, conducen siempre a la tiranía. Es la crítica de un comunista, que ha dejado de serlo, a otros comunistas. Pone en evidencia la vesania de personajes como Lenin, Rosa Luxemburgo, Margarita Nelken, y otros, que llegado ese momento revolucionario eligieron el camino de la violencia, del ataque terrorista e incluso del asesinato en masa. Me resultó chocante cuando la leí, por su claridad, por reconocer en esta obra a los personajes históricos y a los seguidores convencidos. La recomiendo.


Borges y Lezama Lima.

De todo el “boom hispanoamericano” me parecen los mejores”. “El Aleph” es un clásico que hay que conocer, y “Paradiso” me parece una obra única por su estilo: puede tomarse cualquiera de sus páginas como ejemplo de escritura poética, a base de símiles míticos y metáforas; en esta obra los personajes “fluyen” desde y hacia el protagonista de una manera muy peculiar. Me parece muy difícil escribir algo así. Lezama Lima es uno de los grandes a quien la dictadura cubana condenó, por "Paradiso", a una "muerte en vida", a no publicar hasta que se murió.


Carmen Laforet y Juan Marsé. 

Carmen Laforet es una de las mejores novelistas de posguerra de España. “Nada” es una novela muy interesante, donde se muestra cómo era Barcelona en los años cuarenta. Juan Marsé es posterior, de una Barcelona que ya está totalmente recuperada, que es rica, y describe el ambiente juvenil de los “niños bien” metidos en el comunismo universitario, el ambiente del barrio pobre del “Pijoaparte” y una historia de amor muy sugerente en “Últimas tardes con Teresa”… Muy recomendables ambas novelas ambientadas en Barcelona. 


Alexander Soltzthenitsyn.

“Archipiélago gulag” es una de las obras más famosas sobre la represión soviética y su terrible sistema carcelario. El autor nos sumerge en el surrealismo onírico (de pesadilla) de aquel sistema represor. Es una obra imprescindible. 

Flora Davis.

Cuando estaba estudiando técnicas de venta, PNL y cosas así, perdí mucho tiempo leyendo morralla. “La comunicación no verbal” es la obra de referencia sobre el estudio de la gestualidad humana. Los actuales programas informáticos de reconocimiento gestual se basan en los principios recogidos en esa obra. Tiene muchas cosas interesantes.


Milan Kundera.

"La broma", de 1967 es su novela más famosa. Es una historia sobre la Checoslovaquia comunista y la represión estalinista. Es verdaderamente interesante. "La insoportable levedad del ser" tiene un tema parecido, pero se muestra un país totalmente transformado por el comunismo.

Pier Paolo Pasolini.

Se le conoce más como cineasta, pero era, ante todo, poeta y ensayista. Su visión de la sociedad de su época es preclara. Es cierto que, poco antes de morir, entra en un estado de zozobra personal que preludia su caída, pero es en esos últimos años cuando escribe una serie de críticas sociales verdaderamente interesantes. A esto no se le da tanta publicidad, porque no deja bien ni a la izquierda ni a la derecha que actualmente se reparten el poder político (como títeres del dinero), pero es muy interesante. Merece la pena descubrir a este autor, por esto y por todo.


Desmitificaciones. 


Fernando Sánchez Dragó.

“Gargoris y Habidis” es su obra más famosa. Es un gran ensayo sobre la estética y el espíritu español a través de la historia. Trata la historia de España, la antropología, las diversas culturas, sus religiones, sus creencias... Os la recomiendo también ¿Por qué lo "desmitifico"? Porque siempre se ha sabido mantener en la cresta de la ola, por sus programas de televisión que eran el pedestal donde él se subía; por el episodio del "milenarismo"; porque ha dominado la divulgación cultural en los últimos treinta años habiendo, quizá, personas mejores para ello, aunque no sean tan buenos frente a la cámara. Pero escribe bien y ha sido consciente de que necesitamos tener una visión amplia. Ha organizado, desde 1999, los Encuentros Eleusinos, donde reúne cada año a personalidades de la cultura y la espiritualidad. Esto es algo verdaderamente interesante. Falleció el 10 de abril de 2023 con ochenta y seis años. Tuvo una vida social intensa, fue influyente en política -promovió la moción de censura de 2023 protagonizada por Ramón Tamames, lo que fue su última azaña- y fue muy influyente también en la manera de pensar de la ciudadanía española mayor de cuarenta años durante los veinte años que trabajó en televisión (al llegar a una edad se le descubría en ese medio). Tenía sus fallos y cambió de opinión muchas veces en muchas cosas, pero era interesante, sin duda. Era un buen novelista: os recomiendo "El camino del corazón" de 1990.


Antonio Escohotado.

“Historia General de las Drogas” es, al parecer, la mayor obra escrita sobre las drogas. Considero muy valiosa su principal enseñanza: conocer las drogas y su uso correcto. Es un magnífico libro de historia, un estudio histórico-fenomenológico sobre las drogas completísimo. Está muy bien escrito y trae muchas imágenes. Es una obra importante. Y además es amena. Sin embargo, Escohotado es demasiado benévolo hablando de traficantes y de contracultura. Empezó a escribir la obra a finales de los 80 y hasta 2004 no ha tenido su forma final (1500 páginas, aproximadamente). A principios de los 90, fue muy influyente como inductor de consumo, desde un punto de vista informado y al modo epicúreo, placentero, y podríamos decir que esa influencia real fue más estética que otra cosa: en la práctica, el consumo de drogas no es bueno, mucho menos en la adolescencia. Sí tiene mucha razón al decir que es mejor conocer las drogas y poder acceder a drogas no adulteradas. En su desarrollo histórico-fenomenológico quizá incluye demasiadas opiniones. En todo caso, como decía Anaís Nin (reseñada en el libro), el consumo debe permanecer como "esotérico" (al modo eleusino), en condiciones controladas y llevado a cabo por personas adultas informadas, y de ningún modo debe ser "fenómeno de masas" (sobre todo porque hay que trabajar, cosa que dudo Anaïs Nin hiciese). Otra cosa es el consumo generalizado por cuestiones culturales (como aquí el vino), que de no haberse alterado quizá hubieran dado otro tipo de productos mejores en la actualidad. Interesante libro. En cuanto a la excesiva represión contra el cultivo y el tráfico de sustancias que hasta hace un siglo eran legales, tiene razón al señalar el excesivo rigor, dado este bien por fanatismo religioso o ideológico, bien por intereses económicos o políticos. Hay que decir que Antonio Escohotado es un autor con una obra filosófica más importante que su habitual quehacer como prescriptor en televisión o en Youtube. Yo no estoy de acuerdo con las ideas liberales, porque el ciudadano normal no puede competir con los grandes magnates, ni siquiera con otros ciudadanos que tienen más dinero y conocimientos: él mismo reconocía que el Estado es necesario. Como se ve también en Hannah Arendt, el método fenomenológico no es infalible ni está a salvo de la opinión, pero sus obras están documentadísimas y muy bien escritas. [Él sabía que aparecer mucho en los medios de comunicación y la calidad de su producción estaban reñidos].

Valle-Inclán.

Es un gran escritor que plagiaba (a Dostoievski, Baudelaire y otros). pero todo lo que hizo es bueno, desde el género romántico con las Sonatas al satírico con los Esperpentos. Hizo teatro, artículos, novela y trató el tema esotérico. Es de lo mejor que podáis leer, a pesar de que era un voltario, anarquista furioso, un hijo de puta, que quería quemar medio Madrid y que fusilaran a los hermanos Quintero, entre otras cosas (nada que ver con sus "ejercicios espirituales"). Controvertido cuando menos, pero qué bien escribía.

Rafael Alberti: venerado durante el “felipismo” y antes por el comunismo, fue un agresivo comunista que emitió libelos contra grandes autores como Unamuno, Ortega y Gasset o Muñoz Seca, a los que mandaba “a paseo” e la revista “El mono azul”. Su poesía me aburre. Fue muy hábil para escapar del peligro mientras comprometía a otros como Lorca o Hernández y fue muy hábil también para ganar dinero. No me cae bien.

Pablo Neruda: como Alberti, escribió odas a Stalin a la muerte de este, y era un esnob retorcido que abandonó a una hija discapacitada. En "Malva", de Hagar Peeters, de 2015 (2017 la primera edición en castellano), se novela, en primera persona (lo narra la niña muerta) su historia. Está sobrevalorado.

Miguel Hernández: no era un pastor analfabeto. Era pobre, pero sí había estudiado. No se escriben obras de teatro o grandes poemas de la noche a la mañana. Como Alberti, participó en el aparato de propaganda cultural comunista, pero era mejor persona que Alberti.

J.D. Salinger: "El guardián entre el centeno" es una famosísima novela que suele recomendarse a "jóvenes con problemas", confusos. Hacer tal recomendación es condenar a una confusión mayor a tales jóvenes. No es una lectura terapéutica, como no es terapéutico poner como ejemplo la locura para curar a un loco. Sus cuentos no son mejores. La literatura americana de posguerra mundial trata de la deshumanización de la sociedad, del hastío, mezclado esto con una simplificación del pesimismo alemán, el romanticismo y los ideales marxistas. Esta literatura es ideal para caer en una profunda depresión, pero no para encontrar respuesta a nada en ella. Es un escritor interesante, pero lo considero absolutamente contraindicado para los adolescentes [atribulados].

Gabriel García Márquez: a este se le vende como el “autor absoluto”, el revolucionario de las letras hispanoamericanas. Puede que sea así, era un gran escritor, pero su gran fama se debe a la propaganda comunista. Era amigo de Fidel Castro y su obra “Cien años de soledad” es un referente estético-ideológico marxista sobre el estilo de vida caribeño, gracias a los comentarios de los críticos marxistas (que suelen estropearlo todo).


Anexo sobre los manifiestos artísticos y políticos. 

El siglo XX es el siglo de los totalitarismos, y todas sus ideologías se han basado en principios estéticos:

Manifiesto Futurista de 1909, Filippo Tomaso Marinetti, precursor del fascismo, abogaba por un arte futurista nuevo, en movimiento, mecanizado, industrial; “glorificaba” la guerra como motor de progreso humano. Podéis leerlo en línea e incluso ver cómo Marinetti lo recita en Youtube.

Primer Manifiesto Dadaista de 1918: huye del aburrimiento, del aburrimiento de la vida burguesa; propone la alteración formal de la obra de arte e incluir a la publicidad y las artes gráficas dentro de las bellas artes.

Manifiesto Fascista de Filippo Tomaso Marinetti y Alceste de Ambris de 1919, que propone, entre otras cosas, al laicismo, el sufragio universal, un “fuerte impuesto progresivo”, etc. Como diría Ramiro de Ledesma, también se trata de un movimiento revolucionario. Si asociamos al fascismo con la Iglesia y la alta burguesía es por la propaganda comunista, pero no es cierto. 

Manifiesto Surrealista de 1924: aquí ya vemos menos osadía que en el futurismo y el dadaismo. Se recurre a lo onírico, a la alteración de los escenarios, los personajes, etc. Es el último de los grandes manifiestos, porque los posteriores, a saber, el Fluxus o el “Manifiesto Situacionista” (absolutamente político, marxista) tuvieron menor relevancia. El Manifiesto Situacionista tuvo influencia durante los años setenta en el movimiento punk, con el estilo de artes gráficas de fortuna, monocolor, de mensajes caracterizados por la descontextualización y tergiversación de personajes famosos y arquetípicos. 

Manifiesto de la Internacional Situacionista de 1960: enlace me parece interesante que incluyan en su movimiento el urbanismo (ver Constant Nieuwenhuys) y su expansión a todo el mundo (esto es algo actual).

Las Gerrilla Girls: me parecen importantes, porque fueron un grupo de publicistas, artistas, diseñadoras gráficas, actrices, etc. de los ochenta que llevaron las técnicas de marketing de guerrilla al terreno del activismo, con unos resultados muy impactantes. A mi parecer consiguieron perfeccionar el situacionismo cutre con imágenes de calidad y performances bien ejecutadas, y han sido tan influyentes que casi toda la propaganda de las “microrrevoluciones” que estamos padeciendo han sido influidas por la estética y la técnica de las Guerrilla Girls. Desde entonces, en política (agitprop), no ha habido una verdadera innovación estética.

El nazismo destacó por sus producciones audiovisuales, sin embargo, las artes plásticas no pasaron del futurismo brutal de la propaganda o de un realismo ramplón similar al soviético. En la URSS se impuso ese "realismo socialista" sobre las vanguardias, lo que supuso un freno al avance estético y muchos de los artistas e intelectuales rusos pasó por la cárcel (como Malévich), huyeron (como Chagall) o fueron ejecutados (como Mijail Koltsov). En general, el "realismo socialista" consistía en adular al Partido Comunista y al líder y esperar que no te acusaran de "formalista" o "antirrevolucionario"; era un concepto algo difuso, sometido al arbitrio caprichoso de los comisarios políticos. Tanto uno como otro sistema totalitario condujeron a un retraso por su represión sobre las vanguardias. El fascismo italiano, que fue el primero, sí creó en torno a sí un ambiente artístico más innovador, que fue apagándose a medida que solo quedaron sus principios.

En general, cualquier cosa que sea impedir la libertad, produce un retraso con respecto al avance de la historia. Pero cuidado, porque muchos movimientos se postulan como "vanguardia" y tratan de imponer sus planteamientos estéticos e ideológicos (la mayoría comunistas), apartando a todos los demás, y ya he dicho a qué conduce esto. Los totalitarismo tienen adoptan una estética propia.

[Existe un "realismo capitalista", como describe Mark Fisher, así como un sistema de censura y adecuación de contenidos basado en el mercado y en la "cultura de la cancelación", que no es un invento de izquierda, aunque nos lo presenten así].

Nota de 30 de enero de 2021 sobre el hopepunk: es un subgénero del cyberpunk definido por la escritora Alexandra Rowland (folclorista de izquierdas) donde los personajes imponen "lo que es correcto" de un modo habermasiano. Desde el auge del cyberpunk (distopía tecnológica) en los 70, y el posterior grimdark (distopía apocalíptica), el espíritu de este hopepunk, donde el "bien" (bondad ideológica) se convierte en motivo revolucionario, parece impregnar gran parte de la narrativa literaria y audiovisual actual, de ahí que lo reseñe. Supone un medio y una forma (por la actitud) de transmisión ideológica no despreciable, por tanto influye en la realidad y debe tenerse en cuenta esto dado su carácter fantasioso y disociativo.


Consideración final. 

Todos los libros los he leído en un aproximado orden cronológico, para poder establecer una evolución histórica y ordenar el conocimiento adquirido con estas lecturas. 

Después de leer cientos de libros (durante la epidemia del COVID-19), considero que a lo largo del siglo XX se ha dado una involución cultural. Como dije, se ha sustituido la Gran Cultura por la cultura pop, y el nivel de exigencia académica es muy bajo, aparte de que, desde los años 80, se ha “compartimentado” la enseñanza, y los niños ya no adquieren los conocimientos generales básicos que les permitan afrontar una carrera universitaria sin tener que repasar cosas básicas en su primer año de carrera, como ocurre. 

Los planes educativos dan más importancia al adoctrinamiento moral e ideológico que a enseñar. Creo que si todos nosotros, antes de cumplir dieciséis años, hubiésemos leído al menos cien libros relevantes para nuestra cultura, la sociedad sería distinta. Pero lo que veo es que se lee lo justo y las personas que no trabajan como docentes o investigadores consideran que leer mucho no está a su alcance, que es algo reservado para personas con un talento especial. El adoctrinamiento moral tampoco hace mucho efecto, pues todos esperamos salir del sistema educativo para que dejen de darnos la tabarra con esfuerzos inútiles. En vez de machacarnos con teoría lingüística estructuralista, durante nuestros años de escuela deberíamos invertir mucho más tiempo en leer y comentar obras literarias.



Ernesto García-T. G. 18 de enero de 2021.


[No conozco los nombres de los autores de las fotografías; la segunda imagen ha sido editada por mí].



*



Nota final a las “Crónicas”.

Las “Crónicas del Bilbiotecario” las titulé así por razones estéticas, para suscitar interés, para dar a esto un poco de misterio y excitar la curiosidad. Es un título estúpido, pero me parece bonito ¿Pero qué son estas “crónicas”?

En general, se trata de un intento de expresar una idea general sobre mi lectura de las obras de la literatura universal que considero más importantes. Haciendo este esfuerzo, leyendo todas estas obras, mezcladas las religiosas con las filosóficas y las artísticas (todo es literatura), un ser humano acaba por hacerse una idea general de la historia de la humanidad, la geografía global, la evolución de las religiones y de las ideas, y aprende, de manera inevitable, a perfeccionar su conocimiento del idioma propio y de alguno ajeno. Yo considero que es lo que habría de hacerse para aprender “humanidades”, en vez de la matraca del sistema educativo, pero no es algo al alcance de todos, a pesar de que Internet y el desarrollo económico sí hacen posible aprender de esta manera. Es una forma de aprender. Y considero que aprender es absolutamente necesario para poder hacer cosas.

Hay que tener en cuenta que estas crónicas son una divagación de alguien que no sabe nada. Empecé con esta aventura al inicio de la pandemia de 2020. Necesitaba entretenerme de alguna manera y estaba harto de la sopa boba intelectual y de las recomendaciones de obras literarias que suponen una ruptura con nuestra cultura o no enseñan nada. Y así se me ocurrió hacer un canon de no más de trescientos libros (ahora son trescientos diecisiete). A esta cantidad llegué después de anotar varios cuadernos grandes y considerar que trescientos libros eran manejables para alguien normal.


Una vez tuve una primera lista (que he tardado otro año y medio en mejorar) empecé a leer y a anotar, y mientras consultaba toda clase de artículos y veía toda clase de charlas y ponencias en YouTube que trataran sobre los libros que leía. Han sido más de dos años haciendo esto, leyendo entre cincuenta y ciento cincuenta páginas diarias, escuchando a eruditos y filósofos y amenizando los momentos de lectura con música medieval y barroca (ya casi no me gusta otra). Empecé partiendo del conocimiento estándar del ciudadano medio español (muy escaso) a tener un conocimiento más avanzado dos años después y siguiendo el régimen descrito. Y estas “crónicas” las escribí al principio, cuando empezaba a tener algunos conocimientos pero estos no estaban relacionados ni coordinados ni asentados en mi memoria. Era necesario escribirlo, pero no es una obra “publicable”, porque es errónea, divagante y tiene una estructura caótica, pero creo que es interesante para ver cómo es el progreso de alguien que hace este esfuerzo. Hubo un momento en el que decidí fechar las notas precisamente con esta intención.

Como ya he dicho, esto no es algo para gente erudita, que ya sabe, sino para personas que no saben y quieren saber. Y por todo esto, pido disculpas por las tonterías que pueda haber dicho en estas “crónicas” (o diario), pero la mente necesita poner las tonterías y las cosas sensatas sobre el tapete, para poner orden y para descartar o considerar que falta algo [o que sobra]. Tengan paciencia.


Ernesto García-T. G. a 27 de junio de 2022.





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