Primera parte.
"El año 25".
Las mañanas dejaron ya de ser un comienzo.
El Sol es contenido, y el helor del rocío
se prolonga, con un velo de raso fino.
El mundo renacerá, este año veinticinco,
cuando sus dueños hayan muerto.
¿Nada será lo mismo?¿Nada tendrá sentido?
Seremos un año más viejos.
¿Viviremos compartimentados
por inhumanos controles cibernéticos?
¿Dejaremos de tener los sueños
que antes nos hacían humanos?
El idealismo nos angustia,
¡nada nos parece bien!
Y creemos, arrogantes,
que todo lo que hacemos
es por el progreso
de la humanidad.
Y tan sólo debemos
ser testigos inertes
de que todo se mueve
por la acción del tiempo
y de la inevitabilidad.
Ernesto García-Testón Gómez a 25 de marzo de 2024.
Nota: se hace necesaria una segunda parte feliz, no utópica, pero que contrarreste todo aquello que nos deprime y angustia.
Segunda parte.
"Recuerdos del porvenir".
Nace nueva arquitectura
de volúmenes variables,
de líneas desiguales,
de amena estructura.
Nueva arquitectura social
donde los ricos y los pobres,
familias y solterones,
tienen casa y dignidad,
y envejecen junto a sus amigos
habitando de nuevo las ciudades:
las que dejaron siendo emigrantes
hacia los lóbregos rincones vacíos
de una España fatua y neoliberal.
Una nueva estructura
de líneas amenas
donde se perciben
las eternas presencias
de los antepasados,
y las mujeres enseñan,
a sus hijas,
a ser madres a su vez.
Recuerdos del porvenir.
En aquella casa grande,
durante la vida adulta
de la generación previa,
despreocupados disfrutan
las cuatro generaciones
de la familia futura.
Y por fin se extinguió la camarilla
mal heredada de la oligarquía
del autoritario régimen franquista,
aquella que arruinó la democracia.
"Ahora en el Gobierno tenemos
a un estadista sensato y capaz"...
Ensoñaba yo entre alcohólicas brumas
saboreando la abundante espuma
de una cerveza, en un bar del centro.
Quizá haya yo bebido demasiado.
Vivimos despreocupados
y somos más generosos,
sin esa angustia vital
del menester y la prisa
que teníamos al hacer todo,
por si acaso se esfumara,
mañana mismo,
todo lo que era nuestro.
En la casa grande ya no hay prisa
ni más ambición que la de saber,
para poder adaptarse a los cambios
que inexorable nos trae la historia.
Ernesto García-Testón Gómez a 5 de abril de 2024.
Esto no puede quedarse aquí: tendré que escribir una tercera parte.
Nota del cinco de abril de 2024: el título general del poema será "Poema contra las distopías".
Tercera parte.
"El canto a la ciudad".
I
Tengo muchas energías.
Todavía muchos años
yo le espero a mi muerte
y no voy a molestaros
con penas de mi madurez
ni me confiaré a extraños
para volver a ser joven
a expensas de mis redaños.
No seré indulgente, pero sí cuidadoso,
porque de gente sucia, violenta y estúpida
no saldrá nada bueno ni podrá salir nunca.
Son ellos los que deben aprender de nosotros.
La estética es importante.
Detrás de cada cosa fea
que se ha normalizado
hay un político hortera.
No se trata ya de buscar,
pese a todo, la belleza,
sólo de arreglar espantos
que otros dejaron doquiera.
II
¿Cómo recobra sentido la vida?
La vida toma sentido en la ciudad.
¿Cómo obtenemos el entusiasmo?
Yo al dolor, no le tengo simpatía,
porque nunca saqué nada bueno de él.
Sin dudar, con mucho, prefiero el placer.
Me recreo con la diaria melodía
del armonioso murmullo urbano.
III
Se alzan nuevas ciudades,
ciudades de repoblación,
ciudades de viviendas sociales,
ciudades de amenos jardines
frescos y exuberantes,
de mirtos, naranjos y jazmines,
que dan aroma al aire
y propician la fertilidad,
y en las soleadas tardes,
se oyen zumbar las abejas,
que vuelven a sus panales,
y en el crepúsculo la gente
sale a pasear por las calles,
y se oye el rumor de su charla,
y los pájaros cantan,
alborozados en sus ramas,
antes de irse a dormir.
Ernesto García-Testón Gómez a 9 de abril de 2024.
Con la tercera parte termina este poema futurólogo. Tengan en cuenta que lo que parece pasado es presente.
En este hilo de X se pueden constatar los cambios del proceso de composición de este poema:
#ElMundoSintetico: "El año 25", poema contra las distopías. https://t.co/bT5kuu9cMi pic.twitter.com/uLpHjYsqY6
— Ernesto García-T. G. (@ideascreacion20) March 25, 2024
El poema recitado. Lo hago fatal, pero más o menos es esta la entonación:
En el penúltimo verso cambié "frenéticos" por "alborozados", que es más apropiado. También puede valer "alborotados". Esa es la forma final, corregida el 11 de abril de 2024.
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