sábado, 13 de julio de 2024

La sociedad de los consumidores distraídos.

  

 

Guy Debord en Wikimedia Commons https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Guy_debord.jpg

 

 

He estado estudiando a Guy Debord, después a Pierre Bourdieu y he superpuesto las ideas de uno con las del otro. Debo decir que Guy Debord tenía razón y que algunas de sus "tesis" son muy certeras. En cuanto al contexto social que estudió Bourdieu en los años 70, hay que decir que ha cambiado mucho. Sigue siendo cierto que cuanto más dinero tienes, más fácil es optar por un cambio de vida, pero el habitus ha cambiado, sobre todo por el dominio del centro ideológico y por Internet.

Guy Debord es visionario. Entiende que el ciudadano es espectador de una ilusión creada por el entramado de opciones comerciales que tiene a su alcance como consumidor o como consumidor potencial. El ciudadano, en su tiempo libre, actúa dentro de un marco de opciones de consumo y mantiene relaciones sociales mediatizadas por el modo en que él y su círculo social consumen. Pues tenía razón. Tanto es así, que se hemos sustituido definitivamente el concepto de dignidad por el de una apariencia adecuada. Esto siempre fue así, no es nuevo, pero ahora, aunque es más suave, menos cruel que antaño, parece cada vez más inevitable. Y esto es por el consumo, por el que obtenemos no sólo lo que necesitamos sino también la posibilidad de formar parte de la sociedad: la casa, el coche para poder trabajar, las bebidas que compartimos con los amigos, etc... No es una mala vida, desde luego, siempre y cuando puedas consumir por encima de un determinado poder de gasto.

Quiere decir esto que debemos vestir de una manera, vivir en un determinado espacio, tener coche, consumir determinados productos, ver deportes por televisión, etcétera, en un continuo gastar dinero. Como dije, el contexto que describía Bourdieu ha cambiado, porque hay ahora muchas más opciones de consumo para la clase media-baja o la clase obrera que entonces. Pero lo malo de esto es que ese "vivir consumiendo" y la opción política de voto al centro son lo mismo, por lo que nuestra acción democrática (votar) cambia más bien poco.

Debord y Bourdieu eran marxistas. Bourdieu define el capital como un conjunto de cantidad de dinero, poder (que da ese dinero) y acceso a la información, y que tanto dinero tienes, así te comportas, pero el flujo de capital va siempre de quien menos tiene a quien más tiene. Eso es cierto también. Pero la solución marxista no es buena, porque ataca al comercio libre. Y el capitalismo de monopolios unidos al poder político también ataca al libre comercio, porque los beneficios consumo se canalizan siempre hacia arriba. El hecho de que el consumo se haya concentrado en grandes centros comerciales, que la mayoría de nosotros (yo mismo) compremos nuestros alimentos en cadenas de supermercados y de que los países occidentales han delegado su política de vivienda en los bancos, es prueba de que ya no vivimos en un mundo libre donde podemos prosperar con nuestro ingenio, nuestro esfuerzo y nuestras fuerzas físicas. Pero tengamos en cuenta que para ser libres, para vivir en un lugar digno, para comer todos los días o para pensar en todas estas cosas y escribir sobre ellas como lo estoy haciendo yo ahora, necesitamos la civilización, con sus virtudes y defectos. Es evidente que ahora se vive mejor que hace un siglo. ¿No es cierto? El problema es que
por debajo de una mínima capacidad ya caes en la zona marginal y no vives bien ni eres libre, porque no puedes hacer nada ni acceder a la información como lo hacen los demás.

Hay que recordar que Tim Berners-Lee liberó, en 1993, el código fuente de la World Wide Web, lo que propició un nuevo espacio comercial, dominado por grandes compañías y gobiernos, cuyos límites todavía no hemos visto y que cambió para siempre los contextos sociales de todo el mundo, sobre todo en Occidente (recuerden a Guy Debord). Habría que pensar qué más cosas se podrían liberar para que en nuestras sociedades aumenten los niveles de bienestar, libertad individual y tolerancia. ¿Se os ocurre alguna?

 

Ernesto García-Testón Gómez a 13 de julio de 2024.



P.D. Yo no soy marxista y de ningún modo quiero vivir en un régimen comunista (yo creo que el comercio libre y las libertades de pensamiento y expresión son buenas), pero recomiendo leer a Guy Debord, Pierre Bourdieu y otros autores marxistas. Leer es bueno.




 

 

Notas (transcripción del hilo en X):


La sociedad del espectáculo:
Tesis 24- "El espectáculo es el discurso ininterrumpido que el orden presente hace sobre sí mismo, su monólogo elogioso. Es el autorretrato del poder en la época de su gestión totalitaria de las condiciones de existencia".
Ernesto García-T. G.
@ideascreacion20
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13 jul.
Guy Debord - La société du spectacle (Introduction) 1971
https://youtu.be/SHh-itVSFkI?si=EwVm4uaWexb_gc-t
Ernesto García-T. G.
@ideascreacion20
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13 jul.
Guy Debord se adelantó a Black Mirror, pero la realidad es más prosaica:
La realidad son unos amiguetes viendo el fútbol (habitus) y anuncios de X, bebiendo una cervecita Y y tomando unas patatas fritas Z en un piso que no estará pagado hasta dentro de 20 años (y todo carísimo).
Ernesto García-T. G.
@ideascreacion20
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14 jul.
Se me olvidó decir algo evidente: que si no vives de esa manera pautada por el consumo pues no vives, no tienes relaciones sociales, no puedes obtener información social ni satisfacer tus necesidades afectivas. La relación entre consumo y afectos la dejo para otro día.
Ernesto García-T. G.
@ideascreacion20
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14 jul.
Las emociones necesarias en esos afectos que regulan las relaciones (positivos o negativos) también las da y las impone el espectáculo, anulando las naturales.
Solucionar esto requiere pequeñas acciones claves dadas por la intervención de sabios, de ningún modo una revolución.
Ernesto García-T. G.
@ideascreacion20
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14 jul.
Y por último dejo una pregunta pendiente de contestar: si el espectáculo y el consumo regulan nuestras relaciones sociales, ¿es tabú no consumir, no tener las mismas cosas que los demás o no participar de esas emociones artificiales?
Ernesto García-T. G.
@ideascreacion20
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15 jul.
Yo vivo en una ciudad pequeña de provincias y veo que el habitus (su mapa de costumbres) de Bourdieu se cumple en muchas cosas. Está debajo de la capa de tecnología. Es algo resistente y lo veo (en toda su complejidad) como lo que mantiene a la gente dentro de su "casta".
Ernesto García-T. G.
@ideascreacion20
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15 jul.
La capa tecnológica, la clase media (que es artificial) y la dictadura bancaria lo han complicado todo, pero ese habitus, relacionado con el consumo, subyace. Todo es más caro y más limpio (para quien pueda pagarlo), pero no somos más ilustrados que hace cincuenta años.
Ernesto García-T. G.
@ideascreacion20
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15 jul.
Y luego está esa bravura de la raza española y esa gracia salerosa que no se puede aguantar. No se puede aguantar porque es insoportable.
Ernesto García-T. G.
@ideascreacion20
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15 jul.
Nota: la clase media sólo puede ser asalariada. Quien trabaja por cuenta propia es burgués (en la ciudad).
Ernesto García-T. G.
@ideascreacion20
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15 jul.
Cita
Profesor secundario
@profsecundario
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15 jul.
Imagen
Para que el fútbol pueda desplegar toda su potencialidad emotiva se requiere, como en la literatura o en la política, de un engranaje que solo le puede proporcionar el espectador. Se trata de eso que se ha dado en llamar la suspensión de la incredulidad, que no es más que la
Ernesto García-T. G.
@ideascreacion20
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15 jul.
Nota: ha habido intentos de cambiar las costumbres con leyes sobre la tauromaquia, prohibiciones sobre alcohol, tabaco y drogas, etc. Marinetti quería que los italianos dejaran de comer pasta (algo de razón tenía). Pero siempre hay cosas que permanecen.
De elconfidencial.com
Ernesto García-T. G.
@ideascreacion20
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2h
Inducir en la población una determinada manera de vivir artificial, acostumbrar al pueblo a determinadas cosas, alterar los hábitos culturales, provoca alteraciones en el sentido común sobre el bien y el mal y cambia de lugar los límites entre normalidad y marginalidad.
Ernesto García-T. G.
@ideascreacion20
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2h
Lo bueno o lo malo hacemos por voluntad, claro, pero esa cualidad de buenas o malas viene dada por el hábito y el hábito es lo que erige el carácter. Y siendo el hábito muy acusado, ya no lo cambiamos. Somos capaces de distinguir el bien del mal, pero no siempre y no del todo.

Ernesto García-T. G.
@ideascreacion20
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28s
El hábito no hace al monje.
A mí nunca me dieron permiso para pertenecer a la sociedad, como si no me lo mereciera. Sé muy bien que imitar a los demás no te iguala a ellos. Hacen falta una serie de rituales para eso. Pero aquí ya nos salimos del tema. Pongo fin a este hilo.
7:17 a. m. · 18 jul. 2024
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 Reproducción


Nota extra de 17 de julio de 2024:

 


El estatus de alguien no es sólo el rango que tenga. También es el grado de aceptación que tiene y, paradójicamente, el grado de igualdad en el trato que recibe de sus jefes, compañeros o subordinados. ¿Por qué es así? Porque gracias a ese trato igualitario recibimos información.

Cuanta más y mejor información tengas, mejor te manejas. Y esto se puede extender a la amistad: alguien que nos niega información, no es nuestro amigo.
La información es una buena indicadora también de la situación.

Podemos estar en una situación en la que tenemos mucha información, tenemos una visión suficiente o más que suficiente de lo que ocurre, pero eso no nos sirve para nada.
Pues eso es señal de que algo va muy mal.

En el mejor de los casos puede que sea por nuestra culpa. En el peor de los casos puede ser algo externo sobre lo que no tenemos control. Y lo normal es que no sea fácil saber qué o quién es la causa del problema y que sean muchas cosas a la vez.



Ernesto García-Testón Gómez a 18 de julio de 2024.




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