domingo, 1 de diciembre de 2024

El famili(nazi)smo. Segunda parte.

 

 

 Niños Goebbels - Wikipedia, la enciclopedia libre

 Familia Goebbels, Wikimedia Commons. Era una familia muy estructurada y funcional.

 

 

Yo soy un habitual usuario de Twitter (ahora llamado X por su dueño y creo que por nadie más) y en los últimos días he reparado en un tuit interesante de @JudgeTheZipper, una cuenta con un nick bigotudo decimonónico de alguien que, al parecer, es juez. En este tuit el juez se quejaba de que él había sido recriminado por pertenecer a una familia funcional, estructurada, que le proporcionó lo necesario para terminar la carrera de derecho y la oposición a juez; le acusaban, por lo que él decía, de ser rico, cuando se trata de una familia de clase media de las de antes: madre ama de casa, padre asalariado y vivienda de protección oficial, probablemente. Para ser clase media hoy en día hace falta más dinero. Pero lo curioso de todo esto es no lo que se dice sino lo que subyace en el tuit y en la supuesta disputa, que vaya usted a saber si es imaginaria o real. Me da igual, lo que hay oculto en todo esto es interesante.

 

Dice el tuit:

"Hijo de ama de casa y funcionario de grupo B (único ingreso en casa). Cuatro hermanos".

"Mi madre: estudiad lo que queráis el tiempo que necesitéis, que aquí se ponen las mismas lavadoras y la mismas lentejas para todos".

"Ahora soy juez y resulta que mis padres eran ricos. Y yo que pensaba que me querían y que su prioridad era nuestra educación".



Este señor creció, como ya dije, en una familia estructurada llevada por personas sensatas y de buen carácter que se centraban en lo importante y proporcionaban las comodidades y la serenidad que unos niños necesitan para poder estudiar y desarrollar satisfactoriamente su personalidad. Y se conoce que el haber manifestado el orgullo de pertenecer a tal familia pues ha excitado las envidias de personas que no han tenido tanta suerte. Pero en todo esto hay más, hay mucho más.

Para empezar, todo el mundo no puede ser juez, porque hay que terminar Derecho, hacer unas oposiciones duras y hay un número limitado de plazas. En segundo lugar, entonces, para ser clase media, no hacía falta tener tanto dinero como ahora; y la clase media podía llegar a juez. Ahora también, pero ser clase media no es tan barato. En tercer lugar, la madre de este señor mantiene un rol que hoy en día muchas mujeres no quieren mantener (otras muchas sí). La sociedad ha cambiado. Y de aquí vamos a la parte negativa del asunto: los defensores de este respetabilísimo tuit del juez bigotudo tratan de establecer la normalidad de los privilegios sociales de la familia tradicional. ¿Pero quieren eso para sus hijas? Yo creo que no. Quienes critican al juez son los mismos que dicen que vivimos peor que nuestros padres. En realidad no queremos vivir como nuestros padres. Mis padres no querían vivir así. Tampoco queremos recuperar los roles sociales de los años 50 del siglo XX ni es posible tampoco. Hay muchas familias que viven así y les va bien, porque en ellas se da el acopio de propiedades y la estabilidad familiar. Pero todas las familias no pueden vivir así. ¿Dónde está lo negativo? Pues está en que se privilegia socialmente a la familia y se desprecia a los demás, como si fuesen culpables de no poder tener una familia funcional, estructurada, cabal, en suma.

Entonces, efectivamente, cada vez hay menos clase media y ser clase media es cada vez más caro y muchos tienen una carrera para ser lumpen proletario (la clase obrera gana más dinero y tienen familias estructuradas). Pues claro que envidian al juez. Y quienes alaban al juez, los prescriptores que ensalzan su trayectoria, por lo que he visto, son profesionales liberales cualificados, alto funcionariado y burgueses que viven de sus rentas, todos ellos de ideas conservadoras pero que mantienen el modelo social antinatalista y liberal.

Y lo gracioso de esto es que la élite que un día decidió darnos una vida liberal, porque se podía y porque ya no hacía falta tener tantos hijos, ahora están cambiando de opinión. Se van a ver cosas quizá no muy agradables y se va a ver a toda esta "gente normal" aplaudirlas. Yo crecí pensando que podía ser libre y disfrutar de la vida de soltero dedicado a mis asuntos creativos, pero la verdad es que no es posible. Y cada vez más se culpabiliza a quien no trabaja, a quien no tiene una familia ni propiedades. Se culpabiliza a quien sufre de su propio sufrimiento, por no haber sido capaz de reunir dinero, comprar una casa y fundar una familia, cuando a muchos se nos dijo, hace mucho, que la vivir así era posible y aceptable. Pero cada vez lo es menos.

¿Pero qué es una familia funcional? La familia nunca fue funcional. Ese concepto es moderno. La familia era una estructura patriarcal y lo de la emancipación también es moderno, no se contemplaba. El punto siempre estuvo en la generosidad y en la ausencia de arrogancia de los padres, padres como los de el señor juez (presunto juez). Si no les enseñas nada importante salvo a ser arrogantes
-una arrogancia clasista de quienes no pertenecen a ninguna clase, arrogancia de quiero y no puedo-, si eres absorbente y anulas su personalidad (y así no te hacen sombra), si envenenas su círculo social, si no los proteges, si les culpas de todo aunque sean niños, tus hijos nunca aprobarán unas oposiciones a juez. Los conceptos de funcionalidad o disfuncionalidad familiar son importantes a partir de la modernidad porque determinan la adaptación social de los hijos, su supervivencia y el dinero que van a ganar. Antes de la Modernidad eso importaba una mierda, si acaso a los ricos, y tampoco. Pero también todas estas estas cosas eran importantes también entonces, aunque no existía esa neurosis familista propia de la modernidad. La vida es como una guerra y todo influye en la estadística del rendimiento y en la probabilidad del resultado, por eso es conveniente pertenecer a una familia convencional, funcional y tranquila. Así funciona este asunto en la Modernidad.

Los padres del juez no eran ricos, pero eran inteligentes y querían a sus hijos. Los padres son una lotería, como te salgan malos son una carga para toda la vida.

Dijo Margaret Thatcher en 1987: "La sociedad no existe. Existen hombres y mujeres individuales, y existen las familias"... "Si tu familia es disfuncional, te jodes. Y si es funcional, estás libre de pecado, no como esos disfuncionales, hijos de Satanás". Esto es lo que hay detrás de este asunto. Las personas que no hemos podido tener nuestro propio clan en el que apoyarnos para adquirir cargos y riquezas, nos merecemos ser pobres y ciudadanos de segunda. Tener envidia está feo, pero sacar a relucir esta ventaja, presumir, como presume un niño que merienda pan y chocolate ante las miradas de los niños pobres que no meriendan nada, está muy feo.

 

Analizando el tuit del juez tuitero no he encontrado a nadie que le recrimine la riqueza de su familia. ¿Es ficticia tal discusión? Es muy posible. Lo que he visto han sido muchas respuestas contando casos similares y alimentando el sesgo de confirmación de personas conservadoras que, perteneciendo a familias tradicionales, han logrado tener cierto éxito laboral y han creado, con provecho, su propia familia nuclear. 

 

 

 

 Si hay, en las respuesta, alguien que le recuerda que no todo el mundo ha sido tan afortunado. Pero no he encontrado la causa de sus quejas, es decir, a quien le increpó por la supuesta riqueza de su familia. Y por que no lo encuentro, supongo que el señor juez tendrá sus razones, pero que tenía ganas de transmitir a la sociedad los fundamentos morales de las buenas costumbres de los ciudadanos de bien, como él.

 

Yo, un paria, un indigno hijo de la Patria, no puedo estar de acuerdo con esto, porque me crié en una familia disfuncional (me criaron mis abuelos) y tuve que soportar durante toda mi niñez broncas a diario y constantes mensajes confusos sobre la vida y sobre la hacienda, aparte de que se nos culpaba constantemente, a mí y a mi hermano, de no llevar bien nuestra propia educación, yendo un colegio para niños con más dinero que nosotros (odio a esos hijos de puta y a sus familias) en el que el bullying era especialmente hostil. Y por todo esto, a pesar de que tanto mi hermano como yo somos inteligentes por encima de la media, no hemos sido capaces de tener carrera, de fundar una familia ni de tener propiedades, lo cual es muy inconveniente. Ya me gustaría, pero no lo hemos tenido fácil. Entonces, leer estas apasionadas defensas de la familia tradicional ocultas bajo vagos pretextos, pues no me hace feliz, la verdad. Es algo que nos hunde más a mí, a mi hermano y a todos los que no han sido tan afortunados como el conservador juez. Hubo una época en la que vi esperanza en vivir como soltero en una sociedad verdaderamente liberal, pero eso fue un espejismo: lo que triunfa en todo es la familia tradicional.


Y ya siendo yo soltero durante tantos años y viendo que los padres de familia se regodean tanto en sus privilegios, pues voy yo a aprovechar para recordaros que casi la tercera parte de la población somos solteros y que no tenemos por qué secundar estas posturas familistas que nos convierten en ciudadanos de segunda que vienen de peperos de clase media o burgueses que creen que su fortuna les viene porque están benditos o algo así. Pues que se vayan al carajo, no les apoyéis. No apoyéis a nadie que no sea de vuestro colectivo, en general. Tal y como están las cosas es lo mejor.


Sobre estas cosas ya traté hace unos meses en otro artículo sobre el familismo:

https://elmundosintetico.blogspot.com/2024/08/el-familismo-y-el-lobby-espanol-de.html


Siempre trato esto con cierto tono de humor, pero, en serio, no apoyéis a nadie que no sea vuestro colectivo. Si sois solteros, estad orgullosos de vuestra condición, porque no sois malos por ser solteros. Lo seréis por otra cosa, pero por eso no.



Ernesto García-Testón Gómez 1 de diciembre de 2024.

 

Lea la primera parte de este artículo aquí.



Ernesto García-Testón Gómez 2024.

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